Carla Bruni se sincera: cómo fue ser Primera Dama y sus problemas de peso debido a la medicación para el cáncer

El pasado mes de octubre, Carla Bruni, de 56 años, publicó un vídeo en Instagram en el que revelaba que había sido diagnosticada de cáncer de mama cuatro años atrás. Decidió compartir esta noticia no para hablar de su salud, sino para recordar la importancia de hacerse una mamografía anual. Gracias a una de estas pruebas, ella pudo conservar su pecho izquierdo, pues le detectaron el tumor antes de que se volviera "agresivo".

Ahora, más de medio año después, la cantante, modelo y actriz italofrancesa ha hablado con Vanity Fair Francia sobre cómo su enfermedad le cambió la vida. Además, ha compartido otros aspectos destacados de su fascinante trayectoria, como su experiencia de haber sido Primera Dama de Francia entre 2008 y 2012.

El peso de ser la mujer del presidente de Francia

"Fue una aventura maravillosa, increíble", explica Bruni sobre su experiencia en el Elíseo. No obstante, la mujer de Nicolas Sarkozy no tiene pudor en explicar a Vanity Fair que realmente "se alegró mucho de que terminara" porque fue una experiencia "muy exigente e incluso a veces un poco angustiosa" para su marido, pues era una "carga pesada" ser el presidente del país.

Aunque Carla Bruni se sintió "aliviada y feliz" de abandonar el primer plano de la política, asegura que "renunciar a cinco años para experimentar cosas tan extraordinarias no es mucho en la vida", por lo que le compensó con creces la experiencia. En concreto, Bruni se sentía cómoda con el poder que tenía, pues estaba en una posición que le permitía ayudar a muchas personas, "eso, para mí, fue realmente esencial", explica.

Por otro lado, ser Primera Dama le permitió conocer a "cientos de personas", algunas emblemáticas y otras anónimas, pero igual de importantes para ella. Algunos ejemplos que menciona la entrevista son Nelson Mandela, Dalai Lama y la familia real británica.

Su lucha física y mental contra el cáncer

En la entrevista, la cantante y actriz explica lo bien que se siente desde que va a distintas terapias. Este tipo de ayuda le ha permitido comprenderse a sí misma y hasta le ha cambiado la vida, pues le ayuda a enfocar el futuro de una forma más optimista. Y es que el cáncer le "abrió nuevas puertas"; una vez pasado el "shock inicial", su diagnóstico le resultó "tonificante" y le hizo ver la vida desde otra perspectiva.

Lo mismo le ocurrió con la medicación que toma para tratar el cáncer de mama. Bruni recuerda que al principio le fue muy difícil aceptar que uno de los efectos secundarios del tamoxifeno fuera aumentar de peso. "Nunca lo había experimentado", explica en la entrevista. Fue tanto el trauma, que decidió reducir el número de comidas que hacía al día. Pero después de una conversión con un amigo peluquero volvió a cambiar su forma de ver las cosas y, desde entonces, bendice la medicación cada mañana. "¡Qué maravilla, tengo este medicamento! Tengo una niña de 12 años: quiero poder verla grande, grande…", se dice a ella misma.

Gracias a esta entrevista, podemos afirmar que la modelo, actriz y cantante se encuentra en uno de los momentos más felices de su vida, al haber conseguido llegar a una plenitud mental que le permite plantar cara a los miedos y desafíos que se interponen en su camino.

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