tras la separación de sus padres
El trágico año que ha vivido la hija de Ewan McGregor
Clara McGregor, una de las cuatro hijas de Ewan McGregor, acaba de confesarse respecto al doloroso año que ha vivido. Si bien parece que la joven de 23 años estaba recuperando la relación con su padre después de que engañara a su madre, Eve Mavrakis, además de despuntar como actriz, su vida se ha visto convertida en una auténtica tragedia en poco tiempo.
Publicidad
Clara McGregor, una de las hijas de Ewan Mcgregor, ha tenido la valentía de confesarse ante sus más de 42.000 seguidores sobre la difícil etapa que ha vivido este último año. Al parecer, todo comenzó tras el divorcio de sus padres, después de que el famoso actor fuera pillado engañando a su madre con la también actriz Mary-Elizabeth Winstead. Y, a pesar de que poco a poco ha ido recuperando la relación con él, habiendo llegado a colaborar juntos en la cinta 'The Birthday cake', en lo personal este último año ha sido un auténtico infierno para la joven de 23 años.
Tal y como ha relatado ella misma en Instagram: "Fue realmente difícil para mí abrirme, así que sed comprensivos conmigo. Es un momento de honestidad con la esperanza de que pueda ayudar a otros a sentirse menos solos. El año pasado me enfrenté a la adicción, conseguí estar sobria y me enfrenté a una gran depresión y ansiedad. Tuve una relación abusiva, tuve un aborto, y la lista continúa. He estado teniendo ataques de pánico desde que era una niña y no sabía que podía vivir mi vida sin este miedo paralizante. No sabía que había una manera de mejorar, pero la hay. Ayúdate a ti mismo para que otros también puedan ayudarte, y nunca te avergüences de hablar de ello", ha explicado, atreviéndose a narrar los duros acontecimientos por los que ha tenido que pasar.
"Mi ansiedad me ha impedido vivir la vida que podría haber tenido. Es una jaula en la que estaba atrapada y todavía lucho por salir de ella. Tomé medicación. Me he abierto a hablar de ello y a conseguir la ayuda que necesitaba. Un médico me dijo que no tenía que vivir de esta manera y tenía razón", prosigue. "Me daba vergüenza los abusos que sufrí y que dejé que me ocurrieran. Me culpaba a mí misma por los moratones, los ojos morados, las violaciones y los ataques de un hombre".
Aunque, afortunadamente, la pesadilla ha llegado a su final. "He tenido un año duro. He estado descubriendo quién soy, pero me siento tan amada y bendecida con lo que tengo ahora que doy las gracias a quienes me ayudaron en mis momentos oscuros".
Publicidad