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EN MADRID

La hija de Verónica Forqué, primeras palabras cuatro meses después de la muerte de su madre

María Forqué, la hija de Verónica Forqué, ha reaparecido públicamente tras la muerte de su madre en el desfile del diseñador de moda, Palomo Spain.

María Forqué

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El pasado 13 de diciembre una triste noticia generaba un gran impacto en el panorama social: Verónica Forqué fallecía a los 66 años. La famosa actriz decidía quitarse la vida a causa de una fuerte depresión. Unos problemas mentales contra los que llevaba años luchando pero los que finalmente le ganaron la batalla.

Verónica Forqué
Verónica Forqué | Gtres

Una trágica noticia que dejó a todo el mundo roto de dolor, especialmente a su hija, María Iborra Forqué. La joven de 31 años se ha mostrado siempre muy unida a su madre. Artista como ella, María tiene un gran número de seguidores en redes sociales…

Una cuenta donde María comparte con sus followers sus creaciones. Un estilo transgresor de lo más atrevido donde la hija de la actriz deja volar su imaginación.

Después de verla por última vez en el funeral de su madre, la joven ha reaparecido ante los medios este pasado sábado en el desfile de Palomo Spain.

María se ha mostrado un poco distante con la prensa, y bajo unas grandes gafas negras dejaba claro a la prensa que no quería hacer ningún tipo de declaración: "No quiero decir nada".

Los reporteros le preguntan sobre cómo se encuentra: "Muy bien, gracias". Además, también ha querido dejar claro lo muy fan que es del famoso diseñador de moda: "Todo me gusta mucho".

Carta a su madre tras su muerte

Días después de la muerte de su madre, María quiso pronunciarse y publicó una carta a través de la revista Shangay donde confesaba que, pese al profundo dolor por el fallecimiento de su madre, respetaba la decisión que la intérprete tomó al quitarse la vida.

"Mi madre vino a dar luz. No se ha ido, solo está en otra habitación. No tiene cuerpo, pero su energía está más presente que nunca, porque ahora es omnipresente. Cuando necesito un abrazo se lo pido, tú puedes hacerlo también". Y continuaba: "Hay muchas cosas que existen y no vemos; mi madre es una de ellas. De nuevo, debo recordar que ella vino a dar luz. Ya no se veía capaz de darla como ser humano en la Tierra y decidió irse a un plano más elevado, y no material, para seguir con su misión de llenarnos de luz. Hay que respetar su decisión: a ella lo que le gustaba era ayudar, y aquí su misión había acabado. La siento ocupada ayudando a mucha gente ahora mismo, porque es un ángel".

"Y el suicidio también está muy estigmatizado por la influencia de la Iglesia. ¿Por qué alguien no puede acabar con su vida, si es suya? Quién mejor que uno mismo para decidir que no quiere seguir más en este juego e irse al siguiente. Tengamos respeto". Y así se despedía públicamente de ella: "Te quiero infinito, mamá. ¡Qué envidia que ya sepas qué hay después de la muerte terrenal! Te siento, y nos vemos pronto, en la siguiente etapa, porque la vida dura un segundo".

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