NUEVO HOGAR PARA LA INFANTA CRISTINA
La infanta Cristina regresa a su antiguo hogar en Barcelona mientras lidia con la reforma con un brazo en cabestrillo
La infanta Cristina se ha enfrentado a problemas en la reforma de su nuevo piso en Barcelona. Según ha publicado la revista Semana esta vivienda simboliza un paso hacia una nueva etapa personal tras los últimos años marcados por importantes cambios. Unas imágenes que han llamado la atención porque la Infanta lleva el brazo en cabestrillo, ¿qué le ha pasado?
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La infanta Cristina ha comenzado una nueva etapa en su vida con la decisión de trasladarse a un piso en Barcelona, ha decidido adquirir nuevamente el que fue su hogar en Barcelona. Este piso, situado en el exclusivo barrio de Pedralbes, es el domicilio en el que residió junto a Iñaki Urdangarin tras su boda en 1997.
La vivienda, de 300 metros cuadrados, cuenta con cuatro habitaciones, tres baños, un trastero, una amplia terraza que permite la entrada de abundante luz natural y dos plazas de garaje. Sin embargo, lo que parecía ser un proceso sencillo se ha convertido en un desafío. Según ha desvelado la revista Semana, las reformas del inmueble están siendo más complicadas de lo esperado, con problemas que han ralentizado los avances y retrasado la mudanza de la hermana del rey Felipe VI.
La infanta Cristina ha aparecido con el brazo izquierdo inmovilizado en un cabestrillo mientras camina por las calles de Barcelona, pero esto no ha impedido que la infanta continúe con su vida con total normalidad y no ha frenado sus actividades.
El piso, situado en una zona céntrica de la ciudad, representa para la infanta Cristina un espacio donde reorganizar su vida tras los cambios vividos en los últimos años, incluida su separación de Iñaki Urdangarin.
A pesar de la ilusión que rodea este cambio, las obras han supuesto un dolor de cabeza para la infanta. Según Semana, los contratiempos incluyen problemas estructurales y ajustes en los plazos de entrega, lo que ha provocado que su traslado se retrase más de lo previsto.
Mientras tanto, la infanta sigue trabajando para que el proceso de reforma avance y pueda establecerse cuanto antes en su nuevo hogar. Los problemas en las reformas, aunque inesperados, no parecen frenar su decisión de avanzar hacia una etapa marcada por la estabilidad y el bienestar personal.
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