La isla privada donde los príncipes de Gales se han escapado por San Valentín que enamoró a la princesa Margarita

Mientras las celebridades desfilaban por la alfombra roja de los premios BAFTA los príncipes de Gales, Kate Middleton y el príncipe Guillermo, decidieron celebrar San Valentín de una manera muy distinta: con un romántico viaje a la isla de Mustique. Este exclusivo paraíso caribeño ha sido durante décadas un lugar de escape de lujo para la realeza y los famosos más importantes del mundo.

Ubicada en el archipiélago de Las Granadinas, Mustique es una isla privada que pertenece a la Mustique Company, una empresa que gestiona el acceso al lugar. Solo pueden entrar las personas que se alojen en alguna de sus lujosas villas o en su exclusivo hotel, así garantizan la máxima privacidad a sus visitantes.

Kate y Guillermo llegaron a la isla junto a sus tres hijos para disfrutar de unos días de descanso en familia. Entre las exclusivas propiedades de la isla se encuentra Villa Antilles, una lujosa residencia propiedad de Andrew Dunn, gran amigo del príncipe Guillermo, que podría haber sido el lugar donde se han alojado, ya que lo han hecho en ocasiones anteriores. Aunque no es seguro, ya que la isla cuenta con numerosos alojamientos que incluyen todos los lujos.

A lo largo de los años, Mustique se ha convertido en el destino favorito de la realeza británica, en especial desde que la princesa Margarita la descubrió en la década de 1960. La hermana de la reina Isabel II se enamoró de este lugar, ya que podía escapar de la estrictas normas de la realeza y disfrutar de su vida social sin tener que preocuparse por nada.

De hecho, la isla es tan exclusiva que está completamente prohibida la entrada a fotógrafos y periodistas, asegurando a sus huéspedes un retiro lejos del ojo público, algo que sin duda han buscado Kate y Guillermo en esta escapada.

Mustique ha sido durante años el destino favorito de la realeza británica y otras celebridades. Entre sus visitantes más conocidos se encuentran Taylor Swift, Katy Perry, Johnny Depp y Beyoncé, además de numerosos miembros de la nobleza. Pero a quién verdaderamente marcó la historia de esta isla fue la princesa Margarita, quien convirtió Mustique en su paraíso personal.

Fue en 1958 cuando Colin Tennant, un aristócrata británico y esposo de Lady Anne Glenconner, gran amiga de la princesa Margarita, compró la isla y la transformó en un destino exclusivo. Como regalo de bodas, Tennant obsequió a la princesa una propiedad en la isla llamada Les Jolies Eaux, una lujosa villa donde Margarita disfrutó de inolvidables temporadas de descanso y fiesta. Allí organizaba fiestas con celebridades y aristócratas, disfrutando de la libertad de estar lejos de la vida pública.

La conexión de la realeza británica con esta isla no solo se limitó a la princesa Margarita, sino que se convirtió en un destino recurrente para miembros de la familia real que buscaban privacidad y descanso. La princesa Margarita, que era conocida por ser un espíritu libre y su amor por la vida social, encontraba en esta isla un escape de las estrictas normas de la monarquía británica.

En aquella época, Mustique era un destino de celebraciones y reuniones sociales de la alta sociedad. Sin embargo, ahora se ha convertido en un lugar de relajación y desconexión total.

Hoy en día, la isla alberga algunas de las villas más exclusivas del mundo, muchas de ellas tienen servicio privado y todas las comodidades. El Cotton House, el único hotel de la isla, cuenta con todos los servicios de primera calidad, atrayendo a personalidades que buscan desconectar del mundo exterior, pero sin renunciar al lujo.

El legado de Margarita en Mustique sigue presente, aunque su villa Les Jolies Eaux cambió de dueño tras su fallecimiento, sigue siendo uno de los lugares más emblemáticos de la isla, recordando la estrecha relación que la princesa tuvo con este paraíso caribeño.

Ahora, décadas después, la isla vuelve a ser el refugio elegido por la realeza británica. Kate Middleton y el príncipe Guillermo han seguido los pasos de la princesa Margarita, disfrutando de la tranquilidad y el lujo de este paraíso caribeño, lejos de la prensa y las obligaciones reales.

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