María Valverde, sobre su faceta como madrastra del hijo de su marido, Gustavo Dudamel: "Tengo mucha suerte"

Podríamos decir que María Valverde está en uno de sus momentos más bonitos, tanto a nivel profesional como personal. Debutando como directora con El Canto de Las Manos -representación en lengua de signos de la ópera Fidelio, de Beethoven-, ha reaparecido en la alfombra naranja de la primera puesta en escena del Festival de Málaga celebrada en el Teatro Real de Madrid.

"Me hace muy feliz estar aquí, sobre todo presentando mi proyecto de dirección. Tengo un documental precioso sobre tres chicos sordos que forman parte de un coro en Venezuela y hacen su primera ópera en lengua de señas", ha respondido a los micrófonos de Europa Press con una sonrisa.

Precisamente este proyecto le llevó, junto a su pareja, Gustavo Dudamel, ha reunirse con la reina Sofía en el 70º aniversario del Queen Sophia Spanish Institute de Nueva York. "Fue un privilegio, la verdad que siempre es un honor poder estar rodeada de personalidades tan importantes y sobre todo el cariño y el respeto", ha explicado.

Como refleja su carrera, María está imparable en la industria. Pero ¿a nivel personal? Como nunca ha escondido, está viviendo un momento muy dulce junto a su pareja y así ha descrito su faceta como madrastra: "Muy feliz. La verdad que soy una, creo, que bastante buena madrastra. Aunque la palabra la odio, pero sí, tengo mucha suerte de tener a Martín".

María y Gustavo se casaron hace ocho años y, desde entonces, la actriz se ha convertido en una figura muy importante en la vida de Martín, el hijo del músico fruto de una relación anterior que ya tiene 13 años. "Es un niño maravilloso", ha dicho muy orgullosa de él.

Atrás quedaron los tiempos de Tres Metros Sobre el Cielo en los que la historia de amor entre María y Mario Casas traspasó la ficción. Pero eso ya forma parte del pasado y ahora, la actriz ha desvelado que no le importaría volver a compartir set de rodaje con el actor: "Si hay un guion en el que podamos como actores trabajar gustosamente… No sé, creo que es importante al final priorizar el trabajo". Además, ha confesado que guarda un buen recuerdo de esa época y que le desea "siempre, siempre, siempre" lo mejor.

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