Paloma Cuevas toma una decisión que no pondrá las cosas fáciles a Enrique Ponce en su nueva relación

Paloma Cuevas y Enrique Ponce daban por finalizada su relación después de 24 años de matrimonio, y cuatro más de noviazgo, y tras haber compartido, prácticamente, toda una vida. El torero, que en su día la definió como ''el gran apoyo que he tenido todos estos años'', dejaba atrás 28 años de bonita historia de amor, con dos hijas en común, tras haberse enamorado de nuevo de una joven almeriense. Ana Soria, la joven de 22 años que le ha robado el corazón, ya se ha convertido en ese nuevo apoyo y ambos parece que avanzan a pasos agigantados. Mientras la pareja es protagonista de todas las portadas del verano y disfrutan de su romance, Paloma no les va a poner fácil las cosas al parecer.

El diestro guarda una excelentísima relación con sus suegros pero, ahora, parece que también lo hace con los amigos de su chica. A pesar de que su historia va viento en popa, a día de hoy no hay cambios legales en el matrimonio, pero sí existen acuerdos verbales que se plasmarán en un futuro muy cercano, en el documento de separación de mutuo acuerdo. Así lo han confirmado a Vanitatis fuentes cercanas a la pareja, que aseguran que ninguno de los dos quiere tener disputas en los tribunales por temas económicos. La familia de Soria es muy religiosa, según quienes la conocen en su tierra, y tendrían claro que, si su romance siguiese avanzando, el altar no podría faltar.

Sin embargo, a pesar de que Cuevas se ha mantenido alejada del foco mediático y lo único que ha asegurado es que la relación con el diestro es buena, entre tanta foto y tanto mensajito en los que la pareja alardea de su amor, Paloma ha puesto límites y parece que nada de altar, al menos por el momento.

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