Violeta Mangriñán enseña el último retoque estético al que se ha sometido: "Los complejos están para quitarselos"

Violeta Mangriñán siempre se ha mostrado en redes sociales muy trasparente y nunca ha ocultado los tratamientos estéticos o de belleza que se realiza para conseguir estar como a ella le gusta, ahora, la influencer ha terminado con uno de sus mayores complejos como ella misma ha explicado. Mediante sus historias de Instagram, Violeta ha compartido el proceso con el que ha terminado con las "arañitas vasculares" que le aumentaron durante el embarazo de su hija Gala, ha comenzado con un vídeo en el coche en el que ha explicado: "Ya estoy en Alicante, enfrente de la clínica, voy a quitarme las arañitas vasculares. Porque los complejos están para quitárselos, a quien le apetezca".

Una inseguridad que la influencer valenciana ya había compartido con sus seguidores en alguna ocasión, y que ahora ha decidido terminar con ella, ha compartido unas cuantas imágenes de distintas partes de su cuerpo para que su comunidad pudiese observar cómo estaban estas arañas vasculares antes del tratamiento: "Adiós queridas, no os echaré de menos", después de someterse al láser ha publicado como han quedado estas arañas: "Ahora se ponen rojitas, posteriormente se oscurecen y con el paso de los días desaparecen de forma progresiva" ha explicado. Además, ha hecho referencia a la clínica en la que se ha realizado el tratamiento, y ha sido la de su compañera de trabajo Teresa Andrés Gonzalvo.

Un complejo del que Violeta espera "haberme despedido de por vida", y que en caso de que vuelvan a salirle que sean otras, y no sobre las que se ha realizado el tratamiento láser. Aunque ha explicado que el resultado final no lo verá hasta dentro de unos meses está muy contenta con cómo han quedado por el momento, además, ha sido sincera como siempre y ha explicado que el proceso de eliminación le ha dolido, pero que es algo soportable, incluso ha publicado un vídeo en el que se puede escuchar su reacción en el momento en el que le están pasando el láser y Violeta lo que hace es cantar: "Pena, penita, pena..." para así enfrentarse al dolor.

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