¿TIENES EL CUERPO PROPORCIONADO?
Largas, cortas o proporcionadas: ¿Cómo son tus piernas?
¿Crees que tus piernas son demasiado largas o demasiado cortas? A lo mejor esto es una percepción y en realidad están proporcionadas con relación a tu altura. Si quieres saberlo realmente, te dejamos un truco de Nat Cebrián.
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El ideal de belleza del cuerpo humano en la antigua Grecia se reflejaba en las esculturas y en los cuadros en los que se representaban figuras humanas perfectas respecto a su proporción y simetría. Uno de los cánones establecidos más conocidos fue el de Policleto, quien fijó que el cuerpo, para ser perfecto, tenía que medir siete veces la altura de la cabeza. Luego, unos cuantos siglos más tarde, vinieron otros como Miguel Ángel y Leonardo Da Vinci, que establecieron la proporción perfecta en 7,5 cabezas y 8 cabezas, respectivamente.
Sea como sea, el cuerpo humano no es perfectamente simétrico, realmente, y todos somos distintos: unos con más músculos que otros, unos con las manos más pequeñas y otros con las piernas más largas o más cortas.
Si, aun así, sientes curiosidad por saber si tienes las piernas proporcionadas con respecto a tu altura, Nat Cebrián ha compartido en Instagram (@nat.cebrian) un truco para saberlo sin necesidad de usar la cinta métrica.
¿Cómo saber si tenemos las piernas largas, cortas o proporcionadas?
Solamente hay que poner la mano al lado de la pierna y fijarse en la relación entre la ingle y el pliegue de la muñeca. Cuando ya estés en esta posición, pueden pasar estas tres cosas:
1. Si la ingle queda por encima del pliegue de la muñeca, quiere decir que tienes las piernas largas.
2. Si, por el contrario, la ingle queda por debajo del pliegue de la muñeca, eso es que tienes las piernas cortas.
3. Y si la ingle queda a la altura del pliegue de la muñeca, significa que tienes las piernas proporcionadas en relación con tu estatura.
¿Qué tipos de cremas para piernas hay?
Ya que estamos hablando de piernas, aprovechamos para repasar qué tipos de cremas para su cuidado existen y para qué sirve cada una de ellas.
- Hidratantes y nutritivas. Sirven para mantener la piel suave, tersa y saludable y evitan que se resequen. Algunos ejemplos de cremas hidratantes son las que llevan aloe vera, aceite de almendras o aceite de rosa mosqueta.
- Reafirmantes y tonificantes. Ayudan a tener una piel más firme y elástica, gracias al colágeno y la elastina. Además, contribuyen a reducir la celulitis y son buenas para la cicatrización. Por su parte, las cremas con ácido hialurónico rejuvenecen la piel.
- Refrescantes y revitalizantes. Están especialmente pensadas para dar una sensación de alivio y frescor, sobre todo, a esas personas que pasan muchas horas de pie. Son ideales las que llevan mentol o eucalipto (y hacen muy buen olor).
- Reductoras de varices. Si notas hinchazón, picazón y calambres en las piernas, podría ser síntoma de tener varices. Para mitigar sus molestias, son muy efectivas las cremas con extracto de castaña de indias, extracto de rusco, aceites esenciales y vitaminas. Todos estos ingredientes ayudan a mejorar la circulación de la sangre.
- Bronceadoras. Para darle un toque más de brillo a tus piernas y un tono uniforme, este tipo de cremas son perfectas. Algunas de ellas contienen vitamina C, aceites vegetales como el aceite de argán, extractos de aceites naturales de semillas y extracto de gelatina.
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