La razón por la que los cirujanos siempre van de azul o verde, según una experta

La vestimenta de los cirujanos en el quirófano ha evolucionado significativamente a lo largo de los años, pasando del tradicional blanco a tonalidades verdes y azules. Esta transformación no es solo por estética, sino que hay razones científicas que mejoran la eficacia y seguridad durante las intervenciones quirúrgicas.​

La especialista en cirugía Inés Moreno Sánchez (@latraumatologageek) nos explica por qué el cambio del clásico blanco a los tonos azul y verde no solo fue necesario, sino también beneficioso para la práctica médica.

El problema del blanco en el quirófano

Durante años, el color blanco fue sinónimo de limpieza y pureza en el ámbito sanitario. De hecho, los primeros cirujanos vestían completamente de blanco como un símbolo de higiene y esterilidad. Sin embargo, esta práctica no tardó en mostrar sus inconvenientes dentro del quirófano.

"El blanco podía poner en peligro toda una operación", explica Inés Moreno. La combinación de luces intensas y superficies blancas provocaba reflejos que deslumbraban a los cirujanos, generando fatiga ocular y dificultando su concentración. Pero eso no era lo peor. Pasar largos periodos de tiempo observando la sangre y los tejidos en tonos rojizos y luego mirar hacia una superficie blanca podía causar ilusiones ópticas. Esto hacía que los cirujanos vieran manchas verdes o rosadas, lo que podía interferir gravemente en la precisión de sus movimientos.

La adopción del verde y el azul

Para solucionar estos problemas, se introdujeron los colores verde y azul en la vestimenta y el entorno quirúrgico. Estos colores, opuestos al rojo en el círculo cromático, ayudan a aliviar la percepción del color en los ojos de los cirujanos, permitiéndoles distinguir mejor los contrastes y detalles del rojo durante las intervenciones. Además, el verde y el azul minimizan el brillo y reducen la fatiga visual, creando un ambiente más cómodo en el quirófano. ​

Pero los beneficios no acaban ahí. Más allá de su impacto visual, el azul y el verde también tienen un efecto psicológico positivo. Se sabe que estos colores transmiten calma y serenidad, dos aspectos fundamentales en un entorno de alta presión como el quirófano. No solo benefician al equipo médico al reducir el estrés y la tensión, sino que también pueden contribuir a generar una sensación de tranquilidad en los pacientes.

Así que, la próxima vez que veas a un cirujano vestido de azul o verde, recuerda que esta elección no es meramente estética. Como explica la doctora Inés Moreno, esta medida no solo facilita el trabajo de los cirujanos, sino que también contribuye a la seguridad de los pacientes, garantizando una mayor precisión en cada procedimiento. Es un pequeño detalle que puede marcar una gran diferencia en el quirófano.

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