COMPORTAMIENTO
Las 3 cosas que hacen los adolescentes y que a los padres les saca de quicio
En la adolescencia se desarrollan comportamientos que desesperan mucho a padres y madres. Suelen ser costumbres relacionadas con el lenguaje, el desorden o la falta de higiene. Pero tranquilidad, solo hay que atravesar esa etapa. Te cuénto cómo hacerlo sin perder la paciencia.
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La adolescencia es esa etapa que muchos temen, pero que todos debemos atravesar. Aunque cada adolescente es único, hay ciertos comportamientos que parecen ser más comúnes. Muchas veces son, además, cosas muy desesperantes para los padres y madres. Sin embargo, lo que para ti puede ser un verdadero dolor de cabeza, para tu hijo o hija adolescente es parte de su desarrollo natural.
Aquí te explico 3 de esas conductas que son completamente normales (y habituales en la mayoría de adolescentes), aunque nos lleguen a sacar de quicio:
Adolescencia y desorden: ¿Cómo hacer que mi hijo ordene su habitación?
El típico cuarto de adolescente desordenado es algo que como padres, nos suele enloquecer. Lo que para nosotros es un caos, para ellos puede ser "su forma de organizarse". Según el psicólogo Michael Bradley, autor del libro "Yes, your teen is crazy", el desorden es, en realidad, una expresión del cerebro adolescente en proceso de reestructuración.
Es normal que, en esta etapa les cueste priorizar y organizar, ya que su corteza prefrontal aún está desarrollada. Esto quiere decir que aún están aprendiendo a planificar, tomar decisiones racionales y controlar sus impulsos.
Ante esta situación que tanto nos enerva, ¿qué podemos hacer? En lugar de pelearte diariamente por los calcetines en el suelo, se deben establecer reglas claras, pero razonables.
Por ejemplo, pueden acordar que el cuarto esté limpio sin ropa en el suelo, o utensilios de cocina en él… vaya, que a fin de cuentas se mantenga cierta área en orden. Así, tampoco sentiran que todo el tiempo están en una guerra de poder, y nosotros como padres no terminareos agotados de tanto insistir en lo mismo.
¿Es normal que los adolescentes hablen con monosílabos?
Las respuestas monosilábicas oomo "ajá!, "no sé", "me da igual", "sí" o "no" son un clásico en las conversaciones con adolescentes. Sin duda es otra conducta que puede llegar a sacar de quicio a los padres de adolescentes son las respuestas cortas y sin entusiasmo. Notas como si, de pronto, tu hijo o hija que antes te lo contaba todo, ahora solo sabe decir "ajá" o "no sé".
Esta falta de comunicación, puede hacernos sentir que algo está mal o que ya no nos tiene confianza.
Pero, aquí te comparto el secreto: este comportamiento es totalmente normal. Daniel J. Siegel, autor del libro "El cerebro adolescente", explica que en esta etapa los adolescentes tienden a retraerse emocionamente para procesar sus experiencias internas. Aunque parezca que no quieren hablar, en realidad están aprendiendo a manejar su independencia.
En estas situaciones, ¿qué debemos hacer los adultos? Una de las principales claves es la paciencia. No los obliguemos a hablar, pero sí mantengamos siempre las puertas abiertas con preguntas genuinamente curiosas, como por ejemplo: "¿Cómo te sientes con…?", "¿Que tal te fue hoy en…?", esto suele dar mejores resultados que los interrogatorios directos.
Hijos enganchados al móvil: ¿Cómo evitarlo?
El uso excesivo del móvil o de las redes sociales, es sin duda, una de las mayores preocupaciones de los padres hoy en día. "Mi hijo no suelta el móvil ni para comer", "Parece que vive en otro mundo", me comentan las madres de familia muy a menudo. Lo cierto es que, aunque no lo parezca, esta conducta también es parte de la búsqueda de identidad y conexión social de los adolescentes.
Jean Twenge, autora del libro "iGen" explica que el uso de la tecnología es la forma moderna en que los adolescentes construyen sus relaciones. Sin embargo, el problema viene cuando se vuelve excesivo y afecta otras áreas de su vida.
Ante estas conductas, ¿qué debemos hacer los padres y madres? En lugar de prohibirles el uso del móvil (lo que puede generar aún más resistencia), vamos a establecer límites saludables. Por ejemplo, podemos proponer "zonas libres de tecnología", como durantes el desayuno, la comida y la cena o antes de dormir.
También es importante que hablemos con ellos sobre los riesgos de las redes sociales y cómo poder usarlas de una manera más consciente.
Paciencia, empatía y límites, las palabras básicas si tienes adolescentes en casa
Si algo he aprendido como asesora familiar y coach de adolescentes, es que la paciencia y la empatía, así como los límites claramente establecidos, serán nuestras mejores herramientas.
Recuerda que, aunque estas conductas puedan sacarnos de quicio, son normales y sobre todo, son temporales. El cerebro de nuestro adolescente está en plena transformación, y nuestro apoyo y guía son esenciales para que se conviertan en adultos sanos y responsables.
Así que, busquemos oportunidades para conectar con ellos y guiarles con amor.
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