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6 mitos sobre la eyaculación precoz que te han contado

A pesar de todo lo que puede leerse en la red, todavía hay mucha desinformación sobre el tema. La eyaculación precoz tiene parte de leyenda urbana pero la realidad puede resultar difícil de digerir. Te ayudamos desmintiendo los mitos más virales.

6 mitos sobre la eyaculación precoz que te han contado

6 mitos sobre la eyaculación precoz que te han contadoiStock

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La eyaculación precoz es una de las disfunciones sexuales masculinas más frecuentes. Más del 80% de los hombres la ha sufrido alguna vez, y entre el 25% y el 40%

se ve afectado por ella en algún momento de su vida, ocasionando todo tipo de complicaciones personales.

En primer lugar, conviene saber que e considera eyaculación precoz a la que se produce en menos de dos minutos tras la penetración. Así que, si tu pareja o tú tardáis poco, pero por supuesto más de eso, no te agobies. Y, sobre todo, no le agobies.

En cuanto a las causas que pueden motivar la eyaculación precoz, algunos de los motivos más comunes son el altruismo sexual, es decir, estar demasiado pendientes del placer del otro y muy poco del nuestro. Lo que lleva al coitocentrismo, que consiste en ignorar todas las otras partes que pueden proporcionarnos placer y focalizarnos solamente en pene y genitales.

También puede tener que ver con un mal aprendizaje de la masturbación y una falta de naturalidad que nos puede llevar a verlo como algo prohibido o vergonzoso, generando una sensación de alerta para que el momento pase rápido. Y, por último, la anticipación. Pensar en la penetración mientras se realizan otras prácticas nos lleva al mismo problema: demasiada atención hacia el pene.

Los mitos alrededor de esta disfunción han existido desde siempre, pero es cierto que Internet puede haberlos favorecido gracias a la rapidez con la que se mueven esta clase de bulos. Por suerte, siempre podemos recurrir a los expertos para ayudarnos a distinguir entre realidad y ficción. Estas so las seis dudosas cuestiones más difundidas sobre la eyaculación precoz, desmitificadas por los profesionales de Clínicas The Test.

1. La eyaculación precoz afecta solo a los jóvenes

En base a la experiencia de estos expertos, la eyaculación precoz suele presentarse en edades tempranas. “En pacientes jóvenes, suele estar ligada a la ansiedad y a la presión social, aunque también es común en hombres de mayor edad que vienen arrastrando ese problema durante toda su vida”, explican desde The Test.

Desde un punto de vista psicológico, la escueta educación sexual que hasta el momento

han recibido los jóvenes hace que esta disfunción sea más sufrida a esas edades, dando lugar a situaciones de ansiedad hacia la sexualidad. Mientras que las personas más adultas tienen una educación sexual más marcada por el miedo y la vergüenza.

2. Es algo psicológico

El factor psicológico es muy fuerte en la eyaculación precoz, pero no debemos caer en este cliché. Hay muchas causas biológicas y físicas importantes que se deben tener en cuenta como, por ejemplo, la hipersensibilidad en el pene.

“La eyaculación precoz debe tratarse desde un punto de vista médico, con tratamientos que promuevan un mayor control del reflejo eyaculatorio y ejercicios que normalicen la hipersensibilidad del glande”, recomiendan los terapeutas.

Problemas en la cama
Problemas en la cama | iStock

3. Masturbarse antes de un encuentro sexual ayuda

Sí y no. En pacientes jóvenes, la segunda eyaculación puede no llegarse a controlar. “En las relaciones sexuales hay otros muchos estímulos, como la humedad, el contacto, la presión, lo que hace que la masturbación previa no sea eficaz en este sentido”. Si te apetece masturbarte, hazlo, pero por placer, no para evitar una situación posterior.

4. Hacer cálculos mentales ayuda a retrasar la eyaculación

Es posible, pero ¿a qué precio? Este método no ayuda a poder disfrutar de las relaciones placenteras, que es, al fin y al cabo, para lo que está la sexualidad. “Algunos de nuestros pacientes aseguran que esta técnica no es muy efectiva y que genera más ansiedad”, destacan desde Clínicas The Test.

5. La eyaculación precoz es algo que no se puede controlar

La eyaculación es un reflejo, y controlar un reflejo es complicado, aunque se puede entrenar con herramientas que ayuden a manejar ese miedo al fracaso y te permitas disfrutar. “Cuanto más quieras controlar algo en el sexo, menos lo conseguirás. Esa es la paradoja”.

Desde un punto de vista médico, la eyaculación precoz puede dirigirse a

través de fármacos orales o terapias conductuales. “Los resultados son satisfactorios para el 95% de los pacientes”, aseguran.

6. Es una disfunción que no tiene solución

Mentira podrida. Sí la tiene, pero conlleva pedir ayuda. Los pacientes de mayor edad suelen arrastrar esta situación desde jóvenes, acarreando consecuencias como una mala calidad de vida o problemas con su pareja. Por lo que acudir a una clínica como The Test en busca de asistencia profesional no solo es una manera de solucionar el problema, sino también los problemas derivados. “Conviene tener en cuenta que acabar con una disfunción como la eyaculación precoz requiere dedicación, esfuerzo y

salirnos del foco establecido que tenemos en nuestra educación sexual. Pero no es imposible”.

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