Alergias alimentarias en niños: Cuándo debemos alertarnos

Uno de los momentos más estresantes para los padres en la vida de un niño es la introducción de la alimentación complementaria y el saber identificar los signos de alergia a algún alimento ingerido. Es cierto que hay ciertos alimentos que, de forma más o menos habitual, pueden causar algún tipo de reacción alérgica en los bebés.

Alimentos más alergénicos

Los alimentos que más alergia producen en los niños son, por orden de frecuencia, los siguientes:

• Leche
• Huevo
• Frutos secos (principalmente cacahuete)
• Algunas frutas: melocotón, fresas, kiwi y melón
• Legumbres
• Pescados
• Mariscos

Alergia a la proteína de la leche de vaca (bebés de 0 a 6 meses)

Durante la época del lactante pequeño, en que la alimentación está basada en lactancia materna o en leche de fórmula, debemos estar atentos a los signos que pueden aparecer en caso de la alergia a la proteína de la leche de vaca.

Este tipo de alergia es una de las más frecuentes en los niños y se suele manifestar más claramente al introducir leche artificial tras un periodo de lactancia materna exclusiva.

Cómo introducir nuevos alimentos

Antiguamente, se recomendaba retrasar la introducción de los alimentos más alergénicos con el fin de evitar el desarrollo de alergias. Actualmente, se ha demostrado que, cuanto antes se introduzcan (a partir de los 6 meses), más probabilidad hay de que se desarrolle tolerancia a los mismos y se disminuya el riesgo de alergias alimentarias.

Las indicaciones a tener en cuenta a la hora de introducir un nuevo alimento en la alimentación de nuestro bebé son:

• Ofrecerlo siempre a medio día las primeras veces, ya que así tendremos más tiempo de observar los posibles síntomas.
• Introducir un alimento nuevo a la dieta cada 2-3 días.

¿Qué signos hacen sospechar de una alergia alimentaria?

En el caso de la alergia alimentaria, se pueden producir dos tipos de reacciones: reacciones inmediatas y reacciones tardías.

1. Reacciones inmediatas

Suelen aparecer dentro de las 2 horas posteriores a la primera ingesta. Son las más graves y pueden dar lugar a un cuadro de urgencia vital llamado anafilaxia. Cursa de forma rápida y los síntomas se manifiestan a muchos niveles:

• Piel: ronchas rojas en la piel (urticaria), hinchazón de párpados o labios (angioedema)…
• Digestivos: vómitos, diarreas, dolor abdominal…
• Respiratorios: dificultad para respirar, ruidos respiratorios (“pitos”)
• Cardiovasculares: palidez, hipotensión, pérdida de tono
• Neurológicos: desmayo, convulsión…

Ante la aparición rápida de varios de estos síntomas tras la ingesta de algún nuevo alimento se debe consultar de forma urgente con un pediatra para iniciar tratamiento lo antes posible.

2. Reacciones tardías

Pueden aparecer de forma progresiva e ir empeorando si se sigue consumiendo el alimento que produce la alergia:

• Dermatitis atópica: son eccemas rojizos en la piel que producen picor y que suelen aparecer en los lactantes pequeños en mejillas y tronco y en los niños más mayores en flexuras de rodillas y codos.
• Problemas digestivos: reflujo importante, heces con sangre, pérdida de peso, dolor abdominal persistente…

En estos casos, se debe consultar con el pediatra, quien recomendará las pruebas oportunas para confirmar una posible alergia alimentaria.

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