SIEMPRE EN FRÍO

Alimentos que debes de guardar en la nevera en verano para evitar una intoxicación por salmonela o listeria

Con las altas temperaturas los alimentos se estropean mucho antes. Algunos pueden parecer comestibles, pero causarnos una intoxicación. Para evitar esta situación, como experta en seguridad alimentaria te cuento qué alimentos siempre deben guardarse en frío.

Alimentos frescos en la nevera

Alimentos frescos en la neveraPexels

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El verano es esa época mágica del año en la que el sol brilla, los pájaros cantan y los alimentos se estropean a una velocidad récord. La seguridad alimentaria se vuelve aún más importante cuando las temperaturas suben. Y como hay que disfrutar del verano, mantenernos sanos y evitar buscar un baño urgentemente, evitemos dejar fuera de la nevera ciertos alimentos.

Primero, dejemos algo claro: el frigorífico no es solo un mueble grande que hace ruido y ocupa espacio en tu cocina. Es tu mejor amigo en la lucha contra los microorganismos indeseados que ven el verano como una invitación a la fiesta de su vida. No somos conscientes de lo afortunados que somos teniendo una nevera en nuestras casas. Cuidémosla como se merece, manteniéndola limpia, que no esté muy llena y asegurando que la temperatura es correcta.

Una vez hecho esto, vamos con los alimentos.

Alimentos que necesitan nevera siempre

  • Los productos lácteos

No todos los quesos deben estar a temperatura ambiente, sólo los muy curados, y tampoco les gusta el calor, sólo fresco y seco. Imagínate que invitas a tus amigos a una barbacoa y alguien trae un queso camembert. Lo dejas sobre la mesa, te distraes un rato y, cuando te das cuenta, ese queso está prácticamente caminando solo.

Los lácteos como el queso fresco o en crema, la leche y el yogur necesitan mantenerse fríos para evitar que los microorganismos ganen. Así que, cuando hayas terminado de usarlos ¡directo a la nevera!

  • Carnes y pescados

No es ningún secreto que las carnes y pescados son terrenos fértiles para bacterias si no se mantienen fríos. Dejarlos fuera de la nevera es como poner un cartel de "todo incluido" para esos microorganismos indeseables. Recuerda, una intoxicación alimentaria no es el tipo de aventura que quieres este verano.

Mantén tus filetes y filetes de pescado bien refrigerados y, si es posible, congelados hasta que estés listo para el cocinado.

Pechugas de pollo crudas fuera de la nevera
Pechugas de pollo crudas fuera de la nevera | Pexels
  • Huevos: Fragilidad en verano

Los huevos son un caso especial. Pueden parecer resistentes, pero en realidad son bastante sensibles. Dejar los huevos fuera del frigorífico en verano es como invitar a la salmonela a tu cocina. Y no, no queremos que nadie pase sus vacaciones de verano en el hospital. Guarda siempre tus huevos en el frigorífico y asegúrate de que estén en un recipiente limpio y cerrado.

  • Frutas y verduras

Sabemos que a algunas frutas y verduras les gusta estar fuera del frigorífico (¡hola, plátanos!), pero muchas otras prefieren el frío, especialmente en verano. Las fresas, uvas, zanahorias y brócoli deben estar refrigeradas para mantenerse frescas y crujientes.

Una sandía partida debe ir a la nevera, nadie quiere una ensalada de frutas caliente y chorreante, bueno, sí, la Listeria, pero nosotros no la queremos. Recuerda que mantener estos productos frescos también prolonga su vida útil.

  • Salsas y condimentos

Ketchup, mayonesa y mostaza, esos héroes anónimos de nuestras hamburguesas y perritos calientes, también necesitan un lugar fresco para vivir. Dejarlos fuera del frigorífico puede convertirlos en el caldo de cultivo perfecto para bacterias.

Así que, por mucho que te apetezca dejarlos a mano después de una barbacoa, devuélvelos a la nevera una vez que hayas terminado. Y, si la mayonesa es casera… inmediatamente a la nevera y olvídate de consumirla más de 24 horas después. De hecho, nada que tenga huevo crudo.

Tostada de huevo duro y aguacate
Tostada de huevo duro y aguacate | Pexels
  • Sobras: El dilema de las fiestas

Las sobras de tu épica fiesta veraniega no deben ser una excepción. Aunque sea tentador dejar la comida fuera mientras sigues disfrutando con tus amigos, recuerda que las bacterias no están de vacaciones. Guarda las sobras en recipientes herméticos y mételas en el frigorífico lo antes posible. De esta manera, podrás disfrutar de ellas al día siguiente sin riesgos. Cada 20 minutos las bacterias creces de forma exponencial. Nunca tienen que estar fuera de refrigeración más de media hora en verano o una hora en invierno.

Más vale prevenir que lamentar

La seguridad alimentaria no es algo en lo que debamos flojear en ninguna época, pero especialmente en verano. El calor puede convertir tu cocina en un parque temático para bacterias si no tienes cuidado. Mantén estos alimentos en el frigorífico y asegúrate de seguir buenas prácticas de higiene para evitar cualquier susto.

Recuerda, tu nevera es tu mejor amiga en estos días calurosos. Trátala bien y ella te devolverá el favor manteniendo tus alimentos seguros y frescos. ¡Feliz verano y que las bacterias se queden fuera de la fiesta!

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