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¿Andadores para bebés? ¡No gracias! Una pediatra alerta de los peligros de los tacatás

Hace algunos años el uso de correpasillos o tacatás estaba muy extendido entre la población ya que se pensaba que era una ayuda para que los bebés empezaran a andar más rápido. Nada más alejado de la realidad, ya que los peligros que suponen para la salud de los niños han hecho que se prohiba su venta en algunos países.

Un bebé en un andador

Un bebé en un andadoriStock

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En España cada vez los vemos menos y los pediatras rechazamos su uso, pero si quieres saber porqué los andadores y tacatás suponen un riesgo para los bebés te lo cuento a continuación.

¿Por qué los andadores de bebés son perjudiciales para el aprendizaje?

La forma en la que un bebé de 8 -12 meses se desplaza con un tacatá no tiene nada que ver con la forma en la que empieza a andar y puede producir aprendizajes erróneos que luego retrasarán la marcha independiente. Algunos de los perjuicios más notables son:

  • El desplazamiento con correpasillos es por impulsos y el punto de gravedad se desplaza hacia delante.
  • El niño no se ve los pies cuando se desplaza.
  • No adquieren equilibrio al estar sujetos por el tacatá
  • No hay control sobre la velocidad dado que el niño se desplaza mediante las ruedas y frena cuando el tacatá choca contra algo
  • La postura que los niños adoptan en un correpasillos puede provocar diferentes alteraciones como una displasia de cadera (por la posición abierta de las piernas), la marcha en puntillas (ya que en ocasiones no llegan bien al suelo) o alteraciones en la parte inferior del coxis (donde se apoya el peso).
  • No permite el movimiento libre, impide el gateo y el sistema musculoesquelético de las piernas no se desarrolla adecuadamente para aguantar el peso del cuerpo.
Bebé empezando a caminar
Bebé empezando a caminar | iStock

Primer peligro: los andadores retrasan y dificultan la adquisición de la marcha

El desarrollo de la marcha es un proceso madurativo que se aprende antes o después dependiendo del ritmo de cada niño desarrollando sus capacidades de forma natural. Para que un niño empiece a andar es necesario que adquiera unas habilidades previas (gateo, arrastre, sentarse de forma estable) y se enfrente a retos constantes practicando a través del ensayo-error, debe adquirir musculatura en las piernas y controlar la velocidad y el equilibrio hasta ir cogiendo confianza y seguridad.

Se puede estimular la marcha mediante el "movimiento libre" en el suelo, permitiendo que el niño se siente, se voltee, gatee y comience a levantarse en un ambiente seguro y supervisado.

Al contrario de lo que se pensaba antes, los tacatás o andadores dificultan y retrasan este aprendizaje ya que limitan los movimientos del bebé forzando que se ponga en posición erguida antes de que su cuerpo esté preparado.

Segundo peligro: Aumentan los accidentes domésticos de forma importante

Los correpasillos aumentan el riesgo de traumatismos y accidentes domésticos por tres motivos:

  • Aumentan la distancia y la velocidad de los bebes al desplazarse.
  • Elevan la posición del bebé y pueden llegar a sitios más peligrosos que en circunstancias normales.
  • Producen una falsa sensación de seguridad en los padres que dejan a los niños sin supervisión.
Forzar al bebé a andar
Forzar al bebé a andar | Agencias

Numerosos estudios han demostrado que el riesgo de accidentes domésticos por tacatás y andadores es muy alto y alcanza el 25% de niños que los usan.

Multiplican por cuatro el riesgo de caída por las escaleras ya que los bebés no perciben este peligro y la caída puede producir golpes en la cabeza con consecuencias fatales.

Por otra parte el uso de tacatás puede duplicar el riesgo de fractura de huesos largos ante una caída al quedar algún miembro atrapado o doblado por el propio andador.

Permiten alcanzar zonas peligrosas como cocinas o enchufes con posibilidad de sufrir quemaduras graves.

Pueden facilitar el acceso a armarios con productos de limpieza o medicamentos pudiendo sufrir intoxicaciones.

Todo esto ha hecho que desde el 2004 Canadá haya prohibido el uso, la publicidad y venta de andadores para bebés y que la Academia Americana de Pediatria lleve reclamando que se dejen de fabricar desde 2018. La Asociación Española de Pediatría apoya esta causa mediante el lema: "¿Cuál es el mejor tacatá?: El que no se usa"

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