TRUCO INFALIBLE
No arriesgues: Cómo saber si un melón está bueno antes de comprarlo
Si quieres asegurarte de que el melón sea dulce, sigue nuestras indicaciones para llevarte el mejor.
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¿Eres más de melón o de sandía? Pocas frutas tienen una disputa tan reñida, pero cuando suben las temperaturas y pensamos en una fruta jugosa, refrescante y dulce nos enfrentemos a la gran dicotomía: ¿cuál de las dos frutas es mejor? La sandía suele ser más acuosa y dulce, mientras que el melón resulta más saciante y carnoso.
Si te decantas por el melón, te enfrentas a un gran handicap: elegir el que esté en mejor condiciones de maduración, dulzor y sabor para el día que quieras consumirlo. Una tarea nada fácil.
Desde NovaMás queremos echarte una mano y te traemos todo lo que necesitas saber para que la elección te resulte más fácil y el melón en casa sea un éxito asegurado.
Tipos de melón
Antes de nada debes elegir qué tipo de melón quieres llevarte a casa. Según la variedad por la que te decidas tendrás que tener en cuenta diferentes aspectos de esta deliciosa fruta. En las siguientes líneas encontrarás los melones que te puedes encontrar en cualquier lineal de supermercado o frutería.
Piel de sapo
Esta variedad de melón es la más común en España, se cultiva sobre todo en Castilla la Macha y es muy popular en verano, porque, a pesar de no desprender un gran aroma, es muy dulce cuando está ene el punto adecuado de maduración.
Melón amarillo
Es muy similar al melón de piel de sapo, tiene una textura crujiente y su pulpa muy dulce. Esta variedad se divide en dos tipos de melones: el melón amarillo oro y el melón amarillo canario.
Cantaloup
Este melón es de origen americano y es la variedad que más se cultiva en todo el mundo. Su uso es típico para postres y batidos, así como para platos principales. Su piel es gruesa y su pulpa es anaranjada, muy aromática y dulce.
Cómo elegir el mejor melón
Lo primero que tenemos que saber es la procedencia de la fruta. El cultivo del melón necesita un clima neutro, ni mucho frío ni mucho calor, por lo que para disfrutar del mejor sabor debemos elegir un melón cuyo lugar de procedencia tenga un clima templado.
El peso es otro aspecto a tener en cuenta. Cuanto más pese mejor, porque cuando la fruta entra en un estado de maduración avanzado, la pulpa se convierte en azúcar y, por tanto, pierde peso. Pero debemos de tener en cuenta el tamaño de la pieza: lo ideal es que sea de calibre medio, así es más sencillo suponer el punto de maduración.
Otro factor a tener en cuenta es la corteza del melón: debe ser resistente, sin manchas ni grietas en su exterior. Si tiene un color verde intenso es señal de que todavía no ha madurado; si la piel brilla, tampoco está en su punto.
En el caso de los melones de piel de sapo, las rayas tienen que medir entre 1 y 3 milímetros para considerar que está listo para su consumo.
Además de fijarte en el peso, la corteza y la piel siempre es recomendable elegir la fruta que está en la parte más alta de la pila en la frutería, pues son las piezas que generalmente han recibido menos golpes.
También es un ejercicio socorrido usar el oído y el olfato a la hora de elegir el melón. Los más expertos olisquean el péndulo del melón -la parte en la que estaba la flor antes de convertirse en fruto- y le dan unos golpecitos en el lateral para saber si suena hueco por dentro. Cuanto más olor y más sonido haga el melón, más en su punto estará.
Cómo conservar el melón
A la hora de conservarlo podemos optar por dejarlo fuera de la nevera, a temperatura ambiente, protegido del exterior con papel film o dentro de un recipiente hermético para aislarlo del polvo y de posibles insectos que son propios de estas temperaturas.
No obstante, si decidimos introducirlo en el frigorífico, se conservará más días, tendrá menos temperatura y se convertirá en ese bocado refrescante idóneo para las temperaturas del verano.
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