PORNOGRAFÍA
Así afecta el porno a tu cerebro
El consumo de pornografía está totalmente normalizado en nuestra sociedad, así como otras conductas y sustancias dañinas. Veamos en este artículo qué dicen las investigaciones sobre cómo nos afecta.
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La pornografía ha existido toda la vida, ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad. Sin embargo, actualmente disponemos de un gran diferenciador: la pornografía es accesible para todas las personas y está disponible de forma instantánea y permanente, de tal forma que se puede acceder a ella en cualquier momento y en cualquier lugar.
Consecuencias de ver pornografía en las relaciones de pareja
La pornografía está normalizada, a veces incluso dentro de las relaciones de pareja. Cabe preguntarnos en este punto: ¿ver pornografía estando en una relación de pareja forma parte de la libertad sexual de cada individuo?, ¿se trata de un hecho aislado o puede repercutir en la forma de entender la relación? En esta línea, lo cierto es que ver pornografía, afecta a las relaciones de pareja. Veamos cómo exactamente:
Influye en la satisfacción de la relación de pareja
El estudio de Yucel y Gassanov de 2010 muestra que las discrepancias entre ambas partes sobre el uso de la pornografía se relacionan con una menor satisfacción en la relación, menor estabilidad, menor comunicación positiva, más diferencias en el deseo sexual y más agresividad. Teniendo en cuenta la teoría de constructos personales de Kelly, la pornografía puede influir en la visión de una persona sobre sus relaciones personales e influir también en su identidad personal.
Aumentan las probabilidades de divorcio
El estudio de Perry y Davis en 2017 mostró que los hombres y las mujeres que visualizan pornografía se divorcian con mayor frecuencia que los hombres y las mujeres que se excitan sexualmente entre ellos de otras formas que no incluyen la pornografía.
Afecta a la vida sexual de la pareja
Mulac, Jansma y Linz mostraron en su estudio de 2019 que los hombres que ven más pornografía tienden a reproducir conductas más dominantes sobre las mujeres y a preocuparse menos por los sentimientos o necesidades de sus parejas en el placer sexual o la relación. Por otro lado, el estudio de Vanderlaan y Cinamon en 2019 muestra que los hombres tienen una visión de las mujeres más degradante tras ver pornografía y suelen hacer más comparaciones.
Además, la pornografía provoca que se necesite cada vez más estimulación para provocar la excitación sexual: quien consume pornografía puede dejar de sentirse satisfecho con respecto a las relaciones sexuales que mantiene con su pareja y con el aspecto de la misma. Como consecuencia, las personas pueden proponer a sus parejas copiar lo que ven en la pornografía, generando rechazo en el consentimiento o fracaso a la hora de intentarlo.
La pornografía también influye en la autoestima de las personas al compararse con los genitales o los cuerpos que ven. La investigación muestra que los efectos de la pornografía empeoran las relaciones y disminuyen los niveles de intimidad sexual.
Disfunciones sexuales
La Asociación de Andrología y Medicina Sexual Italiana, publicó en la revista Psychology Today, que los jóvenes que consumen pornografía con regularidad desde la adolescencia tienden a padecer disfunción eréctil y pérdida de deseo cuando alcanzan los 25 años.
Qué pasa en tu cerebro cuando ves porno
Distintos estudios han analizado cómo influye el porno en nuestro cerebro. Hoy en día sigue siendo una temática a explorar. A continuación, se exponen algunos de los hallazgos obtenidos hasta ahora:
- Materia gris: los investigadores Kühn y Gallinat reportaron que mientras mayor es el número de horas de visualización de pornografía a la semana, menor es el volumen de materia gris en el núcleo caudado derecho. Esta parte del cerebro se encarga de funciones como el control del movimiento voluntario y otras relacionadas con el aprendizaje y la memoria. Por tanto, la visualización frecuente de pornografía disminuye la materia gris, lo que incluye disminución en capacidades como el aprendizaje, el movimiento y la memoria.
- Putamen: estos mismos autores también demostraron que, cuanto mayor es el número de años consumiendo pornografía y éste se efectúa de forma regular, la actividad del putamen disminuye en respuesta a imágenes sexuales breves o inmóviles. El putamen es una zona del cerebro que se activa normalmente durante la excitación sexual. La disminución del volumen del putamen se relaciona con la desensibilización, lo que significa que ver pornografía con frecuencia genera una disminución de la respuesta neurológica natural a los estímulos sexuales.
- Sistema de recompensa: en relación con el punto anterior, si ver pornografía desensibiliza al individuo de los estímulos sexuales, entonces el individuo necesitará cada vez más estimulación para excitarse y en consecuencia el individuo aumentará la visualización de pornografía, siendo susceptible de convertirse en un adicto a la pornografía. La adicción a la pornografía se asemeja a las adicciones al juego y a la drogadicción porque el sistema de recompensa se ve intensamente estimulado, produciendo una desregulación de hormonas como la dopamina y la oxitocina.
- Corteza prefrontal: a mayor visualización de pornografía, menor conectividad entre el núcleo caudado derecho y la corteza prefrontal. Esta zona se encarga habitualmente de analizar y regular las capacidades cognitivas, como por ejemplo el autocontrol, motivación, la atención, la planificación o la reflexión. Esta falta de conectividad provoca que se desregule el funcionamiento del cerebro.
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