CONSEJO
Así conseguirás no estropear la ropa al plancharla: Estos son los trucos
A la hora de planchar nuestra ropa tenemos que tener varios factores en cuenta. Te comentamos algunos de ellos que puedes utilizar para conservar tu ropa más tiempo como el primer día.
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A la hora de vestir para el trabajo, para un evento o simplemente para salir a la calle, nos gusta que la ropa no tenga ninguna arruga y esté planchada correctamente. Nuestra vestimenta dice mucho de nosotros, por ello que nuestras prendas estén perfectas es muy importante. Para ello hay que plancharlas y te contamos algunos consejos o trucos para dejarlas impecables.
Consejos y trucos
Lo primero que debemos de hacer es observar y leer con atención las distintas etiquetas que tiene la ropa. Estas nos aportan información acerca de cómo lavarla y plancharla para no perjudicarla y mantenerla como el primer día. Dentro de las etiquetas podemos encontrar información sobre, por ejemplo, si podemos lavarlas en casa o necesita un planchado profesional o determinar de qué materiales está hecha nuestra prenda para regular la temperatura o el vapor de nuestra plancha.
Los tejidos como el algodón o el lino por lo general requieren altas temperaturas y gran cantidad de vapor para que queden bien planchadas y rectas. Sin embargo, materiales como la seda, el satén o el rayón necesitan mucha menos temperatura y vapor, pero hay que tener en cuenta que se deben planchar al revés para no perjudicar a los materiales.
Para la ropa de lana la temperatura no debe superar los 110 grados y debemos planchar mientras la prenda siga húmeda permitiendo facilitar el planchado, ya que generan su propio vapor.
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Lo principal es humedecer todas las prendas un poco, para que las arrugas salgan más fácilmente, de esta manera no la someteremos a mucho calor. Otro factor es que debemos de estirar correctamente la prenda para evitar que se marquen arrugas y como recomendación podemos poner un paño de húmedo de algodón entre la ropa y la plancha para evitar que el calor incida directamente, protegiendo la prenda del calor y de los brillos que puede formar.
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