NADA DE LAVADORA
Así debes cuidar tus zapatillas de deporte
Por supuesto, ni se te ocurra pensar en la lavadora o en la secadora: tus zapatillas de deporte son algo delicado y como tal, deben limpiarse.
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¿Meterías ese jersey de cashmere en la lavadora? Pues con las zapatillas de deporte pasa lo mismo, requieren de mimo.
No es difícil y lo puedes hacer en casa fácilmente. Para limpiarlas necesitas:
- Detergente suave o jabón para el lavado de ropa.
- Un cepillo suave o un cepillo de dientes.
- Una esponja.
- Toallitas de papel.
- Un recipiente con agua templada.
Deberás lavar las distintas partes por separado: cordones, plantillas y zapatillas. Lo primero que deberás lavar es la parte superior de las zapatillas.
Llena tu recipiente de agua templada y añádele el detergente o jabón suave. Con una toallita de papel seca, retira los restos de barro y suciedad de las zapatillas. Después, pasa a la parte superior de la zapatilla. La forma de lavarla dependerá del material con el que esté fabricada, tela, malla o lona. Utiliza una esponja húmeda con jabón y restriega suavemente. No se te ocurra sumergir las zapatillas en el agua por mucho que esos materiales puedan lavarse a mano. Si la zapatilla está hecha de ante, nobuc o cuero, utiliza solo productos destinados a limpiar esos materiales porque el agua y el jabón pueden dañarlos.
Pasamos a la parte inferior de las zapatillas: humedece el cepillo suave o cepillo de dientes y ve pasándolo por las distintas partes. Enjuaga la suela exterior con una esponja o una toallita húmeda.
Respecto a las plantillas interiores, basta con agua y jabón. Frota bien la superficie con un cepillo suave y retira los restos de suciedad con una esponja húmeda. No metas las plantillas en agua porque pueden cambiar de forma. Respecto a los cordones, puedes lavarlos con jabón y un cepillo bajo el grifo. Si son blancos (o lo eran), lo tienes fácil: los puedes dejar en remojo durante media hora con agua y un chorrito de lejía. Ya verás que quedarán como nuevos y le darán ese aspecto resplandeciente a tus zapatillas.
Un truco más: la goma de borrar puede servirte para eliminar algún arañazo de la zapatilla.
Cuando ya estén limpias, déjalas secar al aire con toallitas de papel en el interior (o papel de periódico). Las toallitas ayudarán a absorber la humedad y mantendrán la forma de la zapatilla mientras se seca (no, no es buena idea ponerlas encima del radiador y tampoco meterlas en la secadora).
Cuando estén secas, puedes poner bicarbonato sódico en el interior para que absorba los olores y los restos de humedad.
¿Qué no debes hacer nunca?
Meterlas en la lavadora o en la secadora: la tela y sus adhesivos se dañarían. Tampoco debes utilizar lejía ni productos de limpieza para el hogar para lavarlas.
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