LIMPIEZA DEL HOGAR
¿Aún no conoces el percarbonato de sodio? Descubre por qué es un producto milagroso
El percarbonato de sodio es un producto ecológico y eficaz a más no poder que tiene múltiples usos para la limpieza del hogar.
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Junto con el bicarbonato forma un tándem ganador no solo para garantizar una blancura perfecta en cualquier pieza de ropa blanca, sino también para otros rincones de la casa. Es un compuesto químico al que también se conoce como agua oxigenada sólida, que se adquiere en polvos y cuya textura es similar a la del bicarbonato. El percarbonato de sodio es interesante por numerosos motivos, y uno de ellos es que no daña el medio ambiente, de manera que puede emplearse a discreción en múltiples rincones del hogar. Toma nota de algunos de los usos de este limpiador milagroso y, si todavía no lo tienes entre tus productos de limpieza, ya puedes salir corriendo a por uno.
Para la ropa
La ropa clara quedará muchísimo mejor si añadimos a la colada una cucharadita de percarbonato de sodio. La idea es añadirlo junto con el detergente habitual, y lavar la ropa siempre entre 30º y 40º (si incrementamos esta cifra la ropa se dañará por mucho percarbonato que utilicemos). Solamente si las piezas son íntegramente blancas y tienen manchas (manteles, servilletas, ropa interior…) es recomendable lavarlas a unos 60º y añadir, en este caso, un par de cucharaditas de percarbonato de sodio. También podemos utilizarlo en el caso de manchas potentes: bien podemos dejar la ropa en remojo en una palangana con este producto o frotar con percarbonato de sodio y agua, para más tarde lavar la pieza en la lavadora. Es importante que tengas cuidado de no aplicarlo sobre la ropa de color, puesto que puede deteriorar los colores, sobre todo los más delicados.
Para el suelo
Pese a que los usos más conocidos son para la ropa, también es recomendable echar una cucharadita de percarbonato de sodio al agua de fregar, ya que dejará nuestro suelo impecable. Bastará con una cucharada pequeña para notar sus efectos. No lo utilices sobre parquet o sobre sobre superficies de aluminio, lacadas o enceradas, ya que puede dañar los colores debido a sus efectos decapantes.
Para las juntas
Si nuestro problema es que las juntas de las baldosas se van poniendo negras a causa del moho y la humedad, una buena solución es hacer una pasta casera a base de percarbonato y agua y aplicarla sobre las juntas. Tras dejar actuar la mezcla durante un rato, retírala con un cepillo, y no olvides repetir la operación si las manchas persisten.
Para el inodoro
Si hay manchas persistentes, solo tienes que disolver una taza de este producto ecológico en un litro de agua bien caliente, añadir la mezcla al inodoro, dejar actuar durante un rato y retirar el producto con una escobilla hasta lograr desincrustar las manchas.
Para las ollas y cazos quemados
En el caso de que se nos haya quemado alguna olla, cubrir la base con agua caliente y una cucharada de percarbonato de sodio, dejando actuar la mezcla durante un rato. Es mano de santo. Verás cómo los restos se despegan con facilidad.
Para la nevera
Es ideal también para eliminar los malos olores de la nevera o de otras superficies. Para aplicarlo, solo tenemos que añadir un par de cucharadas de producto a un bote con pulverizador y utilizarlo para limpiar la nevera o el congelador. También funciona en otras superficies como armarios de cocina o encimeras.
Para tuppers de plástico
¿Tienes algún tupper de plástico en casa que se haya ido oscureciendo por estar en contacto con algunas salsas? Solo tienes que llenarlos de agua hirviendo con dos cucharaditas de percarbonato y ya lo tendrás: en apenas un par de horas las manchas habrán desaparecido. También podemos utilizarlo para eliminar las manchas en la tabla de cortar, acompañado de unas gotas de zumo de limón.
Para el lavavajillas
Si añades una cucharadita de percarbonato en el cajetín del lavavajillas verás cómo eliminas los restos a la perfección y tu vajilla está siempre resplandeciente.
Para alfombras o moquetas
Si hay manchas en alfombras o moquetas, lo ideal es pasar un trapo con percarbonato de sodio y agua para retirarlas y, a continuación, utilizar el aspirador. Lo mejor es hacer una prueba en un rincón aislado antes de tratar toda la pieza para asegurarnos de que no se dañan los colores.
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