CUATRO TRUCOS FÁCILES
Blanquea la ropa de manera segura y eficaz sin recurrir a la lejía: recupera su blanco original
Mantener la ropa blanca como el primer día sin recurrir a la lejía y a otros productos agresivos es posible gracias a estos cuatro trucos caseros. Descúbrelos y mantén tus prendas impecables.
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Es bien sabido que la lejía es un potente blanqueador, el problema es que puede resultar demasiado agresivo para ciertos tejidos y deteriorarlos con el paso del tiempo. En su lugar, existen cuatro trucos caseros que son más seguros y dejarán tu ropa impecable.
El primer truco consiste en añadir media taza de bicarbonato a tu ciclo de lavado habitual, este componente ayuda a mantener el blanco y a eliminar las manchas de manera eficaz, pero respetando los tejidos.
Otra solución es poner la ropa directamente en remojo durante un par de horas, en una mezcla de agua caliente con una taza de zumo de limón y después lavarla de manera habitual. Esta fruta tiene propiedades blanqueadoras naturales y además ayuda a eliminar las manchas difíciles.
El truco más eficaz cuando se trata de blanquear prendas de algodón es añadir media taza de agua oxigenada en el lavado habitual y luego tender las prendas preferiblemente al sol.
El truco definitivo para las prendas más delicadas: sumérgelas en leche y déjalas reposar varias horas o incluso toda la noche, luego enjuágala y lávala como de costumbre.
Despídete de los productos químicos para blanquear tu ropa, sigue el truco que más se adapte al tipo de prenda que necesitas blanquear y recupera todo su brillo.
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