DUDAS DE CRIANZA
¿Es bueno premiar a los hijos por sacar buenas notas?
Muchos padres y madres hacen regalos a los hijos a final del trimestre o a final de curso si las notas que traen a casa son buenas. ¿Es una práctica positiva para los hijos o premiarles así les hace más mal que bien?
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En la dinámica actual de crianza, la relación que hay entre los logros académicos de los hijos y los incentivos materiales ha sido motivo de debate entre padres, madres, educadores y expertos en psicología.
La pregunta de si es beneficioso o no premiar a nuestros hijos con regalos por sacar buenas calificaciones, conlleva consideraciones importantes sobre la motivación intrínseca y la formación de valores en los niños y adolescentes. Aquí te presento algunos puntos importantes.
Premiar a los hijos por sacar buenas notas: Puntos positivos
- Motivación inicial: Los incentivos pueden ser efectivos para motivar a los niños a alcanzar metas académicas específicas a corto plazo.
- Reforzamiento positivo: Los regalos pueden funcionar como un refuerzo positivo inmediato y tangible por el esfuerzo y el buen rendimiento académico.
- Celebración del logro: Los obsequios pueden ser percibidos como una forma de celebrar el éxito y fomentar un ambiente familiar positivo y de apoyo.
Premiar a los hijos por sacar buenas notas: Puntos negativos
- Foco en lo material: Puede promover una mentalidad orientada hacia lo material en lugar de valorar el aprendizaje por sí mismo.
- Motivación extrínseca: El riesgo de que lo niños asocien el rendimiento académico únicamente con obtener recompensas externas en lugar de desarrollar una motivación intrínseca por aprender.
- Presión y estrés: Los niños pueden experimentar presión excesiva para obtener buenas calificaciones con la expectativa constante de recibir recompensas materiales.
Cómo fomentar un aprendizaje verdadero
- Reconocimiento y elogios
En lugar de regalos materiales, vamos a elogiar y reconocer el esfuerzo, la persistencia, y el progreso académico, ya que esto, va a fortalecer directamente la autoestima y la motivación intrínseca del niño, permitiéndole que observe la situación desde la perspectiva de disciplina, constancia, autoconfianza y motivación personal, más que esperar algo a cambio.
- Experiencias significativas
Ofrecer experiencias enriquecedoras como viajes educativos, visitas a museos o actividades culturales, haciendo esto, podemos estimular y desarrollar el interés por aprender y por explorar el mundo.
- Establecer metas alcanzables
Ayudar al niño a establecer metas realistas y apoyarlo en su proceso de aprendizaje, recordando siempre resaltar la importancia del esfuerzo, e identificando la mejora continua. Tomemos en cuenta que estos son patrones aprendidos, y que en un futuro, ellos mismos podrán aplicar con ellos y con los demás.
- Crear un ambiente de aprendizaje positivo
Proporcionar un espacio en casa que fomente la curiosidad, el descubrimiento y el aprendizaje autónomo, puede ser esa motivación adicional, pero que al mismo tiempo está encaminada al desarrollo y aprendizaje positivo, por ejemplo, una biblioteca personal o un rincón de estudio.
Al final del día, lo más importante es mantener una comunicación abierta y cariñosa con nuestros hijos. Estar ahí para ellos, escuchar sus preocupaciones y alegrías, tanto académicas como no académicas, así como, compartir momentos de calidad juntos.
Así que, premiar o no con regalos por buenas calificaciones es solo una parte de la educación. Lo que realmente cuenta es el apoyo que les damos mientras crecen y aprenden; esto, sí dejará una huella profunda en sus corazones y en su desarrollo como personas.
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