Se da más en hombres
La cefalea sexual existe (y no es una excusa para no practicar sexo)
El dolor de cabeza asociado a la actividad sexual se conoce como cefalea postcoital y aparece durante o después de las relaciones sexuales, pudiendo dificultar la vida sexual de la persona o ser un signo de alerta de una dolencia más grave.
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Cuando hablamos de dolor de cabeza y de sexo, la mayoría de personas piensan en una “excusa” para evitar tener relaciones con alguien. Sin embargo, el dolor de cabeza es una patología muy real, que puede llegar a ser incluso discapacitante o ser, por otra parte, un síntoma de otra enfermedad. Se calcula que hay en torno a 13 tipos diferentes de dolores de cabeza, siendo las más comunes la cefalea tensional y la migraña, y uno de ellos, en realidad, sí que tiene relación directa con la actividad sexual: la cefalea postcoital.
Tal y como su nombre indica, se trata de un dolor de cabeza que no aparece antes, sino después de tener relaciones sexuales, o incluso durante las mismas. “La cefalea se puede asociar al ejercicio y al incremento de las pulsaciones cardiacas secundario. En el caso de las relaciones sexuales está descrito este cuadro y de hecho está tipificada como tal en la clasificación de las cefaleas”, expone Ángel Nieto, internista del Hospital Vithas Nisa Pardo de Aravaca.
Si bien no es un tema muy comentado, lo cierto es que ya en la Antigua Grecia el médico Hipócrates vinculó el placer sexual como causa del dolor de cabeza por esfuerzo físico, aunque no fue hasta 1970 cuando realmente se empezaron a realizar estudios científicos al respecto.
No se trata de un suceso excesivamente común, pero tampoco de casos aislados, calculando que la cefalea postcoital afecta en torno al 1% de la población. Como curiosidad, este tipo de dolor de cabeza se da más en hombres que en mujeres, sobre todo en torno a los 40 años. Asimismo, se sabe que aunque su duración puede variar de unos minutos a unas horas, por norma general dura unos 30 minutos. ¿Pero por qué aparece esta cefalea durante o tras las relaciones sexuales?
“Tiene relación con el ejercicio, que provoca un incremento de la presión arterial y de las pulsaciones cardiacas. Cede al tiempo de finalizar la relación sexual y no crea ningún tipo de problema, salvo el propio dolor que es molesto y puede reducir la calidad de vida”, explica el especialista en Medicina Interna.
Si bien, por norma general, se trata de un dolor benigno, hay casos en los que este dolor de cabeza puede ser señal de un problema más grave, por lo que siempre es mejor consultar con un especialista. “La actividad sexual también puede desencadenar en una cefalea de otro tipo, como pueda ser la secundaria a una hemorragia intracraneal. Este aspecto es mucho más serio y debe ser valorado cuidadosamente”.
En cuanto a cómo distinguir una cefalea postcoital beninga de un dolor que pronostique una hemorragia intracraneal, Nieto expone que los síntomas de alerta son: “Que no respeten el sueño, que no cedan con analgésicos convencionales, que se incrementen con la tos o al hacer esfuerzo para defecar o cuando se acompañan de síntomas como pérdida de fuerza o sensibilidad en alguna parte del organismo”.En el caso de las cefaleas más comunes, la opción debe ser tomar un analgésico, y evitar las relaciones sexuales y la masturbación mientras el dolor persista. En el caso de que no se trate de un hecho puntual, sino que este tipo de dolor de cabeza acabe afectando a la vida sexual de la persona, se puede valorar la prescripción de un tratamiento preventivo. “En ocasiones, valorando riesgo-beneficio, se pueden plantear tratamientos preventivos. Los betabloqueantes, que son fármacos para el corazón, y los triptanes, que son específicos para la migraña, han demostrado ser eficaces en este tipo de cefaleas asociada a la actividad sexual”.
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