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Cenar en familia: estos son los beneficios para niños y adolescentes, según la Universidad de Harvard
Sabemos desde siempre que cenar en familia es esencial para pasar un buen rato entre padres e hijos, hablar y compartir experiencias, y reforzar los lazos familiares. Una terapeuta familiar detalla cuáles son los beneficios para niños y adolescentes de comer todos juntos.
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Cenar en familia se considera un pilar fundamental para fortalecer los vínculos familiares. Ahora bien, los hábitos y rutinas actuales hacen difícil cumplir con este objetivo, ya sea por los horarios del trabajo o de los estudios, por las actividades extraescolares de los niños u otras actividades de ocio. Y el día en que se consigue reunir a todos, otro obstáculo que se interpone es la tecnología y las pantallas, que interrumpen la interacción y dificultan el tiempo de calidad con el resto de miembros.
Poder estar con los tuyos durante un rato alrededor de una mesa comporta un montón de beneficios que, muchas veces, no se ven a simple vista. Por eso, Papá Arturo, instagramer que comparte temas relacionados con la vida familiar en su cuenta @realpapaarturo, se ha hecho eco de unos datos recogidos por el pódcast Harvard EdCast, de la Universidad de Harvard, durante una entrevista a Anne Fishel, terapeuta familiar y directora ejecutiva de la organización Family Dinner Project.
Los beneficios de cenar en familia
Según Fishel, los estudios que se han realizado sobre este tema en los últimos 20 años concluyen que cenar en familia es beneficioso "para el cuerpo, la salud física, el cerebro, el rendimiento académico y la salud mental".
En primer lugar, mejora el rendimiento escolar en un 35%. Fishel cuenta que las conversaciones de los padres tienen "10 veces más palabras raras o poco comunes" que no aparecen los libros de los niños más pequeños. Esto, tal y como ha demostrado un estudio de la Universidad de Educación de Harvard, hace que tengan un vocabulario más rico y aprendan a leer antes y más fácilmente. Cuando son más mayores y estudian en primaria o secundaria, sacan mejores notas.
Con respecto a los adolescentes, cenar todos juntos puede reducir un 50% el riesgo de problemas de conducta. Esto es, menos probabilidades de consumir alcohol, drogas o tabaco y un menor riesgo de sufrir ansiedad o depresión. Además, les ayuda mejorar la resiliencia y tener una autoestima más alta.
Por otro lado, la experta revela que el 80% de los adolescentes prefiere comer con sus padres en vez de estar con pantallas o con sus compañeros. ¿Cuál es la razón? El momento familiar es un entorno seguro, "confiable, que los adolescentes todavía necesitan y desean".
Continuando con esta franja de edad, la terapeuta familiar, da unas claves para involucrar más a los adolescentes, como por ejemplo, que participen en la elección del menú, cocinar juntos un plato o elegir una lista de canciones que le gusten para poner durante la comida y comentarlas. Asimismo, recomienda que las conversaciones más incómodas o las riñas sean después de la cena.
Otro de los beneficios es en el aspecto nutricional, ya que aumenta un 24% el consumo de alimentos saludables: "en las comidas caseras, hay menos calorías, grasa, azúcar y sal, y más fruta, fibra, verduras y proteínas", explica Fishel. Fomenta también una dieta equilibrada, reduce las tasas de obesidad y mejora la salud cardiovascular, sobre todo, en adolescentes.
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