SALUD Y ALIMENTACIÓN
Cinco razones por las que engordas en verano
Descubre en qué aspectos debes centrar la atención para que este verano no te ocurra lo de siempre.
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Aunque hay a personas a las que le sucede lo contrario y comen mejor durante el verano debido a que tienen menos estrés, más tiempo para cocinar y planificarse y a que le apetecen más cosas frescas debido al calor como frutas y verduras, un alto porcentaje de personas engordan cada verano. No hay cifras oficiales, pero generalmente la media oscila entre los 2-4 kg. ¿Por qué sucede esto? A continuación te dejamos algunos de los motivos por los que te puede suceder.
1. CONSECUENCIAS DE LA POSTOPERACIÓN BIKINI
Te hablaba en un artículo anterior de 5 motivos por los que mejor no hacer la operación bikini. Pues bien, si no me has hecho caso y la has hecho, es muy probable que cuando llegue el verano te relajes de las restricciones que te habías impuesto y te pases al otro extremo. Como el objetivo de la operación bikini es verse estéticamente de una manera determinada o alcanzar un peso determinado, una vez lo alcanzas se cumple el objetivo y por lo tanto, se termina la motivación para mantener esas restricciones y se tiende a volver con más ansia a los hábitos de antes.
2. AL RICO HELADO
Con el calor, un helado siempre apetece y sienta bien. El problema ocurre cuando se convierte en un hábito muy frecuente o incluso diario por tenerlos en casa. Sí, ese minihelado de después de comer contribuye a que tu ingesta de dulces pase de ser ocasional a ser diaria.
3. LO QUE BEBES
Probablemente si vas a una terraza o a comer fuera no te pidas agua. Y probablemente en verano, aumenten este tipo de ocasiones. Así, aumenta el consumo de alcohol: cerveza, vino, licores… Y aumenta el consumo de bebidas azucaradas … Las calorías líquidas no nos sacian y por lo tanto siempre las consumimos a mayores de nuestras necesidades. De ahí que nos sea muy fácil engordar bebiendo bebidas diferentes al agua. Hay que tener en cuenta también que estas bebidas suelen llevar asociado un picoteo que no siempre atiende al hambre.
4. HAMBRE EMOCIONAL
Durante el verano se puede acentuar el hambre emocional debido a que tenemos más tiempo libre para darle vueltas a nuestras preocupaciones, compartimos más tiempo con nuestra pareja, hijos/as y demás familia y pueden aumentar los roces o la sensación de falta de espacio personal. También el hecho de tener que quitarse la ropa y exponer más el cuerpo a muchas personas les puede suponer un motivo de estrés importante. Y en otras personas el exceso de tiempo libre unido a una falta de planes de ocio o de vida social puede afectar. En estos casos, los pequeños picoteos (provengan del alimento que provengan) se suelen usar de regulador emocional, favoreciendo las sobreingestas.
5. COMIDAS SOCIALES
El buen tiempo y las vacaciones favorecen que salgamos a comer fuera con más frecuencia o que nos juntemos más con familia y amistades. Muchas veces el plan de ocio (y muy especialmente cuando escasean otros planes) se convierte en comer. En esas comidas solemos ingerir más cantidad de la que realmente necesitamos y otro tipo de elaboraciones más copiosas que no son las que hacemos habitualmente.
Si quieres que este verano sea diferente, tendrás que plantearlo de manera diferente y trabajar en las causas que originan las ingestas. No dudes en pedir ayuda profesional (pero no para hacer “dieta”).
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