APROVECHAMIENTO

Comer por no tirar: Cómo reducir el desperdicio alimentario sin comer de más

¿Tenemos que terminar el plato incluso cuando no tenemos hambre? ¿Si no comemos todo el plato tendremos que tirar la comida?

Comida despediciada en la basura.

Comida despediciada en la basura.iStock

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Hemos crecido escuchando que hay que terminarse toda la comida del plato, un plato que además probablemente nos había servido una persona adulta, lo que ya nos dejaba sin ningún margen de elección.

De esta manera interiorizamos que lo correcto no es escuchar nuestras señales de hambre y saciedad, sino seguir las normas que nuestra familia nos marca.

Uno de los argumentos que nos esgrimían para tal fin era que la comida no se tira.

Esta afirmación tiene todo el sentido del mundo, debemos reducir el desperdicio alimentario, pero, para reducir el desperdicio alimentario… ¿Tenemos que comer más de lo que necesitamos? ¿No hay más opciones? ¿Lo contrario de comer sin hambre es tirar comida?

¿Por qué no es recomendable terminar el plato si no tenemos hambre?

Si habiendo comido despacio, hemos recibido la señal de saciedad y seguimos comiendo, lo estaremos haciendo por encima de nuestras necesidades fisiológicas, es decir, estaremos comiendo más allá del gasto que necesitamos cubrir, o dicho de otra manera estaremos comiendo de más.

Comer mucho o poco es una cuestión totalmente subjetiva y no es algo que se pueda saber desde fuera a simple vista, ya que en las cantidades que necesitamos comer en cada momento influyen muchísimos factores, y cambian por días y por momentos, no es algo que podamos predeterminar antes de que se produzca la ingesta.

Antes de empezar a comer no podemos saber con qué cantidad sentiremos ese punto de saciedad cómodo, lo que puede hacer que pueda sobrarnos parte de la comida que hemos preparado o que nos hemos servido en el plato.

Total, que suele primar aquello de "para lo que queda, termínate el plato"...

Cómo reducir el desperdicio alimentario

Para reducir el desperdicio alimentario sin comer de más tendremos que tener en cuenta varios aspectos:

Si suele sobrar comida, quizás se esté preparando demasiada comida. En este caso habría que analizar el porqué. ¿Es por miedo a quedarme con hambre? ¿Es por miedo a que otras personas se queden con hambre?

Si la comida se quedase corta para el apetito del momento, siempre hay otro tipo de alimentos rápidos a los que recurrir para completar ese hambre, como por ejemplo conservas, fruta, frutos secos… Sin embargo, si por norma cocinamos de más por si acaso la comida no llega, al final es más fácil que comamos de más cada día.

Hacer una planificación semanal ayuda a hacer una compra racional y adecuada a las necesidades, sin caer en comprar cantidades de más de los alimentos más perecederos, que nos pueda llevar a comerlos por no tirarlos antes de que se estropeen.

Guardar las sobras cuanto antes en el frigorífico dentro de un recipiente hermético (nunca se debe dejar la comida a temperatura ambiente) si se va a consumir en la próxima comida o al día siguiente, si no se puede congelar al momento en una bolsa de congelación con la fecha, lo que nos ayudará a darle un segundo uso a esas sobras.

Aunque sea muy poca cantidad y no llegue para hacer un plato entero, puede formar parte de una nueva elaboración. Si es fruta ya cortada o fruta que está muy madura la puedes congelar para luego hacer helados o batidos.

Es importante saber que las sobras solo se deben recalentar una vez. De ahí que lo mejor es centrarse en no cocinar de más y hacer una planificación semanal para reducir el desperdicio alimentario al mínimo. Si hay demasiados excedentes y la comida lleva varios días en el frigorífico o ya ha sido recalentada una vez, es mejor tirarla por cuestiones de seguridad alimentaria.

Novamas» Vida

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