ENTREVISTA
Cómo conseguir que los niños lean y disfruten (más allá de predicar con el ejemplo)
Hablamos con Antonio Gervas, profesor y directivo de centros educativos desde hace más de 20 años sobre cómo educar para fomentar el amor por la lectura.
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Uno de los miedos de muchos padres y madres es que sus hijos nunca descubran el placer de la lectura. Entretenerse mirando una pantalla resulta tan fácil para los peques (y también para los padres), que en muchas ocasiones se olvida la importancia de inculcar en la familia el hábito de la lectura.
Los libros son imprescindibles en la primera etapa de la vida para poder desarrollar habilidades lingüísticas, potenciar la imaginación y hacer volar la creatividad. Y también para comenzar a aprender sobre todo tipo de temas. Por eso, cuanto antes adquieran este hábito, más facilidades tendrán en su desarrollo.
Para saber cuáles son las claves para conseguir que nuestros peques amen la lectura, hemos hablado con Antonio Gervas, profesor del Colegiode FomentoLos Olmos de Madrid, además de docente universitario con más de 20 años de experiencia como directivo de centros escolares.
En Instagram, Gervas publica lúcidas viñetas sobre valores, educación e infancia en su cuenta llamada @dibupills, con más de 41 mil seguidores.
¿Cómo debemos acercar la lectura y los libros a nuestros hijos?
Los hijos leen si encuentran el libro adecuado. De aquí se deduce que hay que ayudarles a que encuentren ese libro. Da buen resultado ir a la biblioteca, o a la librería del barrio donde vives, para que escojan allí su libro de lectura.
¿Cómo podemos conseguir que lean de forma habitual?
Aunque parezca obvio, solo leyendo se puede encontrar el placer y gusto por la lectura. Resulta fundamental establecer un momento de lectura diario o varios momentos semanales. Cuando comienzas a hacer algo de forma constante, suele costar al principio y resulta más sencillo con el paso del tiempo.
¿Cómo evitamos que abandonen la lectura para ver la televisión?
La tecnología es un difícil competidor para el libro. Por eso, en el horario que establezcamos en casa, es bueno que la lectura aparezca antes que las pantallas (televisión, tablets, móviles).
Cuando un libro es demasiado complicado, pero el peque quiere leerlo sí o sí, ¿debemos dejar que lo intente?
Cuando los niños insisten es porque tienen voluntad decidida para leer ese libro. En el caso de que los niños persistan, yo sí que les dejaría que aborden ese libro y les aconsejaría que ante cualquier duda, nos pregunten.
¿Qué debemos hacer si a mitad de una lectura deciden abandonarla y comenzar otra?
En mi opinión, si los niños no se enganchan con un libro, pueden dejarlo, están en su derecho. No hay problema. A todos nos gusta que nuestros hijos terminen lo que empiezan, está claro; sin embargo, un libro con el que no se engancha puede lograr que se aborrezca la lectura. En cambio, con un buen libro pasa todo lo contrario.
Los peques suelen querer leer siempre el mismo libro, a pesar de tener otros a su alcance. Es una conducta habitual que, a menudo, no agrada a los padres y madres...
Los niños suelen leer, o pedir que les lean, el mismo libro porque les gusta la historia que en se cuenta en él. Algo parecido ocurre cuando nos piden que les contemos las mismas anécdotas, o las mismas historias.
Si lo pensamos, muchos libros llegan a nuestras vidas para quedarse. A los adultos también nos gusta conservar los libros que más nos han marcado. Al volver a leer un libro se descubren aspectos nuevos hasta ese momento escondidos. Aspectos que salen a la luz por el estado de ánimo del lector, por la edad o por vaya usted a saber qué circunstancias...
Entonces, ¿es bueno que lean un mismo libro más de una vez?
Además del deleite y del descubrimiento, los niños, al releer el mismo libro, aprenden a identificar las palabras escritas en dicho libro. Esas palabras aparecerán en otros textos y también las reconocerán. De esto se deduce que ganarán en fluidez lectora.
Junto a lo expuesto, siempre estaremos a tiempo de dejar cerca de los niños otros títulos interesantes que le despierten su atención y su curiosidad.
¿Cuán importante crees que es el hecho de que vean leer a los adultos para que ellos se aficionen?
"Es una maravilla que en un hogar exista la costumbre de hablar sobre libros"
Me parece muy interesante que nos vean leer y disfrutar con lo que leemos. Es una maravilla que en un hogar exista la costumbre de hablar sobre libros; de lo que nos sugieren y de la opinión que nos merecen. Es una manera de enriquecer culturalmente el ambiente y de sembrar la semilla de la lectura.
Normalmente, la rutina diaria agota rápidamente los temas de conversación. La lectura consigue lo contrario, logra que en un hogar se hable de temas muy diversos, interesantes o profundos.
Los niños son imitadores y curiosos por naturaleza. Si ven a un adulto leer, preguntarán de qué va la trama. O si ven a un adulto reírse mientras lee, querrán saber el motivo de la risa. Les encanta imitar y es fácil que si tú lees ellos lean.
¿Debemos leer a los niños incluso cuando ellos mismos ya saben leer?
Por supuesto. Leer un libro a nuestros hijos les ayuda a comprender mejor la intención del texto, a divertirse, a coger gusto por la lectura y, especialmente, les ayuda a conocerte. Les ayuda a entender que tienes una faceta interesante y divertida. Leer a los hijos provoca momentos mágicos por la trama del cuento y porque la lectura ayuda a crear vínculos; leer un libro iguala la diferencia de edad que hay entre la generación de un padre y la de un hijo. Algo parecido ocurre cuando los padres juegan con los hijos.
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