ROPA DE BAÑO
Cómo cuidar los bañadores y bikinis para que no se den de sí
Aprende todo lo que tienes que saber para alargar la vida útil de estas prendas tan delicadas.
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No hay cosa que dé más rabia que hacer el cambio de armario en la época estival y darte cuenta de que tu traje de baño preferido tiene las gomas resecas, el elástico cuarteado o que el tejido se ha dado de sí. ¡Con lo que te costó encontrar ese modelo tan favorecedor! ¿Y qué me dices del estampado? ¡Te encantaba ese print colorido!
Por mucho que te disgustes, toca volver a ir de compras y empezar la búsqueda de nuevo. Y no es que nos parezca un mal plan pasear entre las tiendas, ojear escaparates y tener nuevas opciones en nuestro armario, es que los bikinis y los bañadores se estropean mucho con el sol, el cloro y la sal del mar y necesitan un cuidado específico.
En este artículo te contábamos cómo eliminar esas ronchas amarillentas que a veces permanecen a pesar de los lavados. Ahora toca saber cómo hay que cuidar cada prenda.
En NovaMás te explicamos todo lo que debes tener en cuenta para lavar, secar y cuidar los trajes de baño.
Cómo lavar los bikinis y bañadores
Durante el verano el traje de baño se convierte en nuestro look más repetido y, aunque tengamos varios modelos, necesitamos tener unas rutinas de lavado claras para que estén a punto para cuando se preste la ocasión de utilizarlos.
Lo primero que tenemos que hacer cuando nos quitamos el bañador mojado después de disfrutar de un día de playa o piscina es no escurrirlo. Mejor lo guardamos entre dos toallas para que se empape de la humedad y así evitamos retorcer el tejido para no deformarlo.
Cuando llegamos a casa, lo que debemos hacer es enjuagar bien la prenda para eliminar los restos de sal o cloro que quedan impregnados. En el caso de que disfrutes de una jornada playera es muy probable que vuelvas a casa con restos de arena en la braguita del traje de baño.
Lo mejor que puedes hacer para asegurarte de que no queda ningún sedimento entre el tejido es tenerlo en remojo con agua fría unos minutos.
Si tienes alguna mancha -las más comunes son de crema o aceite solar- utiliza gel neutro y un cepillo con cerdas suaves para frotar ligeramente sobre ella y eliminarla a mano. Si no consigues que desaparezca, puedes introducirlo en la lavadora con un programa corto, especial para tejidos delicados, y seleccionar la temperatura del agua -fíjate bien en la etiqueta y sigue las recomendaciones del fabricante-. Y si aún así no se te ha ido, sigue este truco que te contábamos en este artículo.
Es cierto que no hay necesidad de lavar el bikini o el bañador en la lavadora cada vez que lo usas -siempre y cuando lo aclares con agua abundante después de cada puesta-, pero es recomendable hacerlo una vez cada cierto tiempo para asegurarte una limpieza profunda del tejido.
Un pequeño truco para conservar el color del traje de baño y que no se destiña ni se decolore consiste en verter un chorrito de vinagre cuando el ciclo del lavado entra en el proceso de enjuague. Además de fijar el color en la prenda, tiene un efecto similar al del suavizante.
A la hora del secado, lo más recomendable es que los trajes de baño se sequen al aire libre en una zona de sombra donde haya corriente de aire. Si no puedes evitar que los rayos de sol lleguen al tendedero, te aconsejamos que los tiendas del revés. Además, hay que tener especial cuidado con la colocación de las pinzas de la ropa. La presión que ejercen sobre los tejidos pueden dejar marcas que acaben desgastando el material tan delicado del bikini o bañador.
Para guardarlo correctamente, lo más adecuado es que lo mantengas en una bolsa de algodón para protegerlo de posibles rozaduras o enganchones y que, por supuesto, lo tengas en un sitio libre de olores y humedades.
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