Cómo cuidar la salud bucodentral para evitar tener enfermedades

Nuestra boca es la entrada que tenemos de multitud de microorganismos potencialmente patógenos, así que existe una correlación entre una mala higiene bucodental y mayor probabilidad de ponernos enfermos. Una mala higiene dental puede desencadenar en una mala salud bucodental y consecuentemente dejar expuesta la boca a la entrada de multitud de microorganismos a través de esta vía.

Microorganismos en la boca

La cavidad oral está colonizada por una gran variedad de microrganismos, lo que se conoce como flora. Vamos a desgranar cada uno de estos tipos de microorganismos:

• Bacterias: Destacan Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Staphylococcus aureus, entre otros. Estas bacterias podrían multiplicarse de manera exponencial a partir de las 72 horas si no se realiza una higiene bucal adecuada. Estas bacterias que forman parte de la flora habitual son las mismas que pueden causarnos infecciones respiratorias graves si se multiplican, por bajada de defensas o mala higiene bucal.

• Hongos: Además de las bacterias, también forman parte de la flora bucal algunos tipos de hogons, sobre todo el conocido Candida albicans, que causa infecciones bucales y también vaginales.

• Virus: Sí, también pueden entrar a través de la cavidad bucal multitud de virus causantes de enfermedades respiratorias.

¿Es suficiente cepillarnos los dientes para mantener una correcta higiene dental?

El cepillado dental es la parte más importante de nuestra higiene bucal, pero se dice que solo llega al 60% de la superficie del diente. Para completar y cuidar de tus encías, es imprescindible eliminar las bacterias de la zona interdental con unos cepillos adaptados a la zona.

Consejos para una buena higiene dental

• Cepillado: Realiza un cepillado correcto, cepillándote 3 veces al día con un cepillo dental y una pasta que contenga flúor, adaptada para las necesidades y las características de tu boca. si tienes tendencia a la inflamación de encías, deberías comprar alguna con Cloruro de cetilpiridinio (CPC), que es un antiséptico de uso diario que inhibe la formación de placa bacteriana reduciendo su acumulación y mejorando los efectos de la gingivitis.
• Lengua: Además de limpiar los dientes y las encías, también debemos de hacerlo con la lengua. Las bacterias se acumulan en ella, al igual que en el resto de la boca y, si no las eliminamos regularmente, podrían acumularse provocando mal aliento y actuar como reservorio para otras patologías como la caries dental o las enfermedades de las encías. Podrías utilizar un limpiador lingual o incluso el mismo cepillo de dientes.
• Colutorio: Es bueno completar la limpieza con un colutorio adecuado. Para llegar al 100% de la boca, los colutorios son una pieza clave que refuerzan el efecto de los principios activos y los mantienen por más tiempo en tu boca prolongando su efecto.
• Dentista: Acude al dentista al menos una vez al año para valorar el estado de salud de tu boca y realizar una limpieza bucal más exhaustiva. Los especialistas pueden ver si tenemos algún problema mayor y así evitar desarrollar enfermedades que necesiten tratamientos más complejos.

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