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Cómo eliminar piojos: tratamientos que sí funcionan

Los piojos son esos asquerosos parásitos que campan en las cabezas de los niños sin hacer distinción de época del año, si la cabeza de tu hijo está más o menos limpia o si va a un cole de barrio o al más elitista del mundo. Vamos a darte las claves para cortar con ellos de raíz.

-Lendrera

LendreraiStock

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¿Los piojos ocurren sólo de septiembre a junio? No. No pienses que acabado el cole se soluciona tu suplicio con los piojos. El verano y las piscinas también es un buen momento para contagiarse. Los piojos no saltan de cabeza a cabeza, ni vuelan. Se trasmite por contacto directo de cabeza a cabeza. ¿Te puedes creer que con los selfies ha aumentado el contagio de piojos en los adolescentes? ¡Tremendo! Así que nunca bajéis la guardia.

Si a tu hijo le pica la cabeza, ya puedes ir a la farmacia, comprarte una lendrera y comenzar a buscar piojos como una loca. ¿Dónde es mejor? Busca en la parte baja de la cabeza, en la zona del cuello y, sobre todo, tras las orejas.

Pues ale, al lío. ¿Y ahora qué hacemos con los piojos?

¿Eres de las "naturales" que no quieres usar químicos con tus hijos? Veamos tus opciones:

1. Quitar todos y cada uno de los piojos con lendrera con el pelo mojado. Te mandamos ánimo, mucho ánimo. Será muy, muy natural, pero te tendrás que armar de un saco de paciencia. 15-30 minutos al día durante varios días varias semanas. Hay locales dedicados específicamente a quitarlos uno a uno de forma manual.

2. Rapar a tu niño completamente, el clásico “al 0”. También muy natural y efectivo. Pero, ¿es necesario?

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3. Se venden por ahí peines con una batería que genera una corriente eléctrica que mata al piojo. No usarás químicos, pero lo ideal no parece.

4. Hay distintas empresas que también ofrecen tratamientos con altos volúmenes de aire caliente durante 30 minutos. Aquí sí que te confirmamos que no hay ningún estudio científico que avale su utilidad.

Repasemos los tratamientos clásicos: los pediculicidas. Son distintos compuestos químicos que matan al piojo. Son como los antibióticos, debemos usarlos de manera racional porque su abuso puede hacer que el piojo se haga resistente a ellos. Claves para el éxito: Sigue siempre las instrucciones de uso, no quites el producto directamente con un baño o ducha, mejor en el lavabo con agua templada, así la exposición en la piel será menor. Algunos pueden provocar algo de irritación en los ojos. Recuerda que a la semana casi siempre habrá que repetir el tratamiento.

¿Y alguna opción más moderna? Sí, por suerte tenemos opciones más novedosas en el mercado:

1. Dimeticona. Es un material tipo silicona muy eficaz, tanto o más que los tratamientos clásicos. Cubre al piojo y le impide "funcionar".

2. Y la última novedad, el octanediol. Tampoco tiene pesticidas. Mata al piojo y a la liendre. ¿Lo mejor? Que, además de seguro, es una sustancia que podemos usar como tratamiento y como preventivo. ¡Sí, como preventivo un par de días por semana!

Cosas que NUNCA debemos usar en los piojos:

1. Aceite o mantequilla. No han demostrado ser efectivo.

2. De verdad que hemos encontrado como opciones que usa la gente la gasolina o el queroseno. ¿Tenemos que explicarte algo? Seguro que no, no hay que aclarar que son peligrosos e inflamables.

Última recomendación importante para casa

1. Repasa todas y cada una de las cabezas de la casa.

2. Lava las sábanas y las toallas a la lavadora con agua caliente (60ºC) y sécalas en la secadora.

3. Si la prenda no admite tanta temperatura, guárdalas en bolsas de basura cerradas durante 2 semanas.

Por último, ¿llamamos al cole? ¿Lo dejamos en casa hasta que la cabeza esté limpita de piojos? Atención, toma nota porque los piojos no son causa de exclusión escolar. ¿Por qué? Pues porque los piojos suelen llevar tiempo en la cabeza antes de que te des cuenta. Así que sí, debes avisar al cole o a la guardería, ir a la farmacia y comprar el tratamiento y al día siguiente de vuelta a la normalidad, aunque obviamente llevando precaución que la cabeza de tu hijo no contacte cabeza con cabeza con otros niños.

Que, ¿ya te pica todo? Pues nada, ya estás preparada para la próxima. ¡Ánimo!

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