SIMPLES PAUTAS
Cómo evitar potenciar el narcisismo en nuestros hijos
El narcisismo parece ser el trastorno que define la época actual. Aunque a veces se defienda como un factor ligado al éxito, se trata de una dinámica muy destructiva hacia los demás, pero también muy autodestructiva. Descubre cómo evitar criar a niños narcisistas.
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El narcisismo es, en cierto modo, algo natural en los niños. El psicólogo Jean Piaget utilizó el término 'egocentrismo infantil' para describir una etapa del desarrollo de los niños desde los 3 hasta los 6 años aproximadamente. Esta etapa se caracteriza porque a los niños les faltan herramientas para suponer cómo es la experiencia de los demás y tampoco saber reconocer que esa experiencia pueda ser diferente de la suya propia.
Sin embargo, si no se produce un aprendizaje adecuado sobre cómo mantener un trato saludable con los otros y se mantiene ese egocentrismo, podemos empezar a hablar de una tendencia de personalidad narcisista que puede terminar en un trastorno narcisista de la personalidad.
Los niños narcisistas se sienten ansiosos e inseguros y en la edad adulta se comportan con superioridad, grandiosidad y falta de empatía.
A continuación, se describen actitudes que permiten a los padres evitar dinámicas que potencien el narcisismo en sus hijos:
Decir no y establecer límites
Es muy importante que los niños no hagan todo lo que quieran, sino que existan ciertos límites para empezar a tolerar la frustración. Las normas generan seguridad en los niños, ya que les permiten sentir que hay alguien pendiente de ellos y preocupándose por su seguridad. Por ejemplo: poner horario para utilizar el móvil y otros dispositivos.
Educar en modales
Tratar bien a los demás con modales y educación permite desarrollar la empatía hacia los demás y aprender que existe un código social con el que todas las personas debemos cumplir para garantizar el respeto entre todos. Por ejemplo: cuando recibimos un regalo debemos de dar las gracias.
Fomentar la tolerancia a la frustración
Proporcionar a los niños herramientas para gestionar la adversidad. Es muy importante evitar 'salvarlos' cuando cometen un error para que puedan sentir las emociones coherentes que se derivan de haber cometido el error -por ejemplo, sentir vergüenza-.
De esta forma puedan aprovechar la oportunidad para aprender. La hiperprotección -igual que el autoritarismo- provoca desconexión entre el progenitor y el niño porque le protege según sus creencias, no según lo que necesita el niño.
Predicar con el ejemplo
Es muy importante mostrarles a nuestros hijos que todas las personas son importantes, no solo ellos, así como reconocer los propios errores o comportamientos negativos para mostrar que incluso nosotros cometemos errores y tenemos herramientas para tolerarlos.
Fomentar una mentalidad abierta y el pensamiento crítico
Conocer a personas que piensan diferente, escucharlas y, aunque no compartamos la misma opinión, aprender que nuestra visión no es la única válida. En este punto también es importante evitar el autoritarismo para que los niños puedan pensar por sí mismos y se sientan válidos y equilibrados. Por ejemplo: realizando actividades como viajar y conocer otras culturas.
Expresarles amor sin que tengamos que aprobarles todo lo que hacen
El amor a un hijo es incondicional, sin embargo, esto no quiere decir que, por amarlos, tengamos que aprobar todos sus comportamientos y actitudes. De hecho, es importante que aprendan que uno puede querer sin que todo nos parezca perfecto del otro. Por ejemplo: te muestro amor y al mismo tiempo te pongo límites y te expreso cuando haces algo que no me gusta.
Fomentar el hábito de leer
La lectura, aparte de ayudar a desarrollar nuestras habilidades lingüísticas, personales y culturales, también nos ayuda a comprender diferentes perspectivas. Cuando leemos los diálogos y pensamientos de personajes tan distintos a nosotros, abrimos nuestra mente.
Reforzar el esfuerzo en lugar de los logros
Es importante que reforcemos en nuestros hijos la responsabilidad, la capacidad de trabajo y el esfuerzo más que los logros y resultados, ya que se trata de algo mucho más útil de aprender a medio y largo plazo. Esto también ayuda a apreciar el esfuerzo de otros y así generar relaciones y una autoestima saludable. Por ejemplo: me alegro mucho de lo bien que te has organizado para estudiar para este examen.
Evitar la sobrevaloración
Es importante elogiar sin que sea algo demasiado excesivo, sobre todo es importante no hacer elogios comparativos. Por ejemplo: “eres muy listo” en vez de “eres el más listo de clase”.
Poner límites con las redes sociales
Las redes sociales sin supervisión pueden provocar que nuestros hijos estén demasiado expuestos a la superficialidad de la búsqueda de “likes” en publicaciones en redes sociales y que estén demasiado preocupados por cuestiones que no les aportan y que les pueden afectar a su autoestima. Por ejemplo: limitar el horario del uso de dispositivos móviles y que solo se utilicen en lugares comunes de la casa.
Validar sus emociones
Es fundamental que aceptemos las emociones de nuestros hijos y no les pidamos que las cambien. El acompañamiento emocional debe de ser de apoyo, no de exigencia. Esta acción ayuda también a fomentar la empatía hacia los demás, una habilidad muy potente como factor protector del narcisismo. Por ejemplo: no decirle que no llore y preguntarle cómo cree que se sienten otras personas.
Evitar la sobreexigencia
Exigir la perfección, al igual que el autoritarismo, genera una desconexión emocional muy grande entre el progenitor y el niño. Además, si enseñamos a nuestros hijos que solo son válidos o queridos si consiguen determinados hitos, el amor que se tendrán a sí mismos será también condicional y se conformarán con personas que también les traten de forma condicional, potenciándose una autoculpa excesiva y una tendencia a la depresión.
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