CUIDA TUS OÍDOS
Cómo limpiar bien las orejas sin usar bastoncillos
Los bastoncillos son lo peor para nuestros oídos. Te contamos qué debes hacer para limpiar correctamente tus orejas.
Publicidad
Probablemente, esta no sea la primera vez que alguien te desaconseja usar bastoncillos. Así, es habitual que nos asalten las dudas en torno a qué emplear en su lugar para eliminar el exceso de cerumen. La zona del oído es muy delicada, por lo que debes tener mucho cuidado al insertar o usar cualquier cosa.
No uses nada
La cera es una sustancia que se forma en nuestros oídos de manera natural, actuando como protección para evitar que entre cualquier cosa no deseada en el conducto. Aunque es nuestro propio cuerpo quién la crea, este también está preparado para eliminarla.
El movimiento que ejercemos con nuestra mandíbula al masticar contribuye a desplazar el cerumen hacia el exterior, así que, poco a poco, tu tapón o resto de cera será expulsado. De todas formas, ese proceso no siempre funciona bien, por lo que en ocasiones se pueden formar tapones.
Lávate el oído
La mejor opción es efectuar un lavado corriente. El cerumen no es sinónimo de suciedad, pero una mala limpieza auditiva puede contribuir a que se produzca mayor cantidad de esta sustancia.
Cuando te duches, aprovecha para lavar la parte externa del oído con agua y un poco de jabón. Después, asegúrate de retirar correctamente el jabón con un poco de agua y seca bien el oído con una toalla. De lo contrario, el agua puede quedarse atrapada en el canal y causar infecciones.
Extraerlo por irrigación
Esta es la técnica más usada por los expertos para eliminar el exceso de una forma rápida y sencilla. Es cierto que puedes llevarla a cabo en casa, pero lo más recomendable es que acudas a tu otorrino o médico de cabecera para que lo extraiga.
Para su ejecución, se necesita una jeringa y abundante agua templada. Debes inclinar la cabeza hacia el lado del tapón e insertar el agua con la jeringa. La presión que ejercerá el líquido será lo que ayude a destaparlo.
Reblandece la cera
Algo fundamental para que tu exceso de cerumen pueda ser extraído sin problemas es reblandecerlo. Comúnmente, los tapones suelen llegar a ser muy duros, por lo que su extracción puede ser dolorosa.
Aplica unas gotitas de aceite de oliva un poco templado, junto a un algodón para ayudar a ablandar el tapón. También puedes usar un poco de agua oxigenada o sal diluidas en agua.
De todas formas, no abuses de ello ni tampoco lo apliques en cantidades elevadas, ya que puede ser contraproducente. Es mejor que acudas a tu doctor para que te recete gotas para facilitar ese proceso.
¿Por qué no es bueno usar bastoncillos?
Cuando insertamos el bastoncillo en nuestro oído, en lugar de extraer la cera, contribuimos a empujarlo hacia dentro. Con lo cual, generamos el efecto contrario, haciendo más difícil la eliminación del cerumen de nuestro conducto auditivo.
Para algunas personas, estos objetos pueden ser molestos y pueden generar alergias en la piel. Si lo introducimos demasiado, podemos llegar a dañar nuestro tímpano, provocando infecciones e irritaciones.
Además, contaminan mucho y la gran mayoría acaban en el mar, pudiendo tardar hasta 300 años en degradarse.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR...
Así es cómo deberíamos cuidar nuestros dientes en cada comida
Publicidad