COMPRAR UNA CASA
Cómo prepararte antes de ir al banco a pedir una hipoteca, según una experta en economía
Si necesitas pedir una hipoteca por primera vez, seguramente tengas muchas dudas. En este artículo te explico cómo prepararte antes de ir al banco a pedir que te financien tu adquisición.
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Casi todos necesitamos financiación cuando compramos una casa. Esta adquisición es probablemente una de las decisiones más importantes que tomaremos a lo largo de nuestras vidas y, en materia económica, probablemente sea la número uno de todas.
Lo primero que valorar cuando compramos una vivienda es cuál es el importe que me puedo permitir. Las entidades financieras generalmente financian el 80% del precio. Así que la primera pregunta que nos formularán es si tenemos ahorrado el 30% monto total.
¿Y por qué nos piden tener el 30% ahorrado si los bancos nos financian el 80%?
El precio de venta de la casa no incluye impuestos y demás gastos (como los de la compra-venta o la tasación). El importe de estos varía dependiendo de si se trata de una vivienda nueva o de segunda mano (las nuevas pagan más impuestos), así como de la comunidad autónoma donde vayamos a comprarla (estos impuestos están delegados a cada región) y también de nuestra situación personal y familiar (en muchas comunidades hay ciertos beneficios fiscales para la compra de viviendas de un cierto tamaño, en determinadas zonas o para compradores jóvenes o numerosas). Se suele generalizar refiriéndonos a que todos estos costes suponen aproximadamente el 10% del importe de la compra y no suelen financiarse. Así que, para poder acceder a la compra de una propiedad, debemos contar con esta cantidad, en adición al 20% de entrada.
Ingresos anuales, edad y tiempo para hacer la operación
También nos preguntarán nuestros ingresos netos anuales. Aquí se tendrán en cuenta los de aquellas personas que vayamos a ser titulares del préstamo. Se habla de los ingresos netos porque son los que efectivamente percibimos. Y son anuales porque en ocasiones nuestro sueldo mensual incluye (o no) el prorrateo de las pagas extra, a la vez que se puede ver complementado con bonus u otros complementos que no se cobran necesariamente cada mes.
La edad es algo importante a valorar por el acreedor, ya que rara vez nos permiten endeudarnos más allá de los 75 años.
Por último, también tendremos que valorar el tiempo del que disponemos para realizar la operación. En función de los plazos que hayamos indicado en el contrato de arras dispondremos de una cantidad de tiempo. Aunque nuestra operación pueda ser, a priori, sencilla, desde que preguntamos en una entidad hasta que firmamos la compra-venta (pasando por el tiempo que se tarda en presentar la documentación, tasar la vivienda, estudiar y aprobar la operación, más el periodo obligatorio que nos tienen que dar desde que nos presentan la oferta vinculante hasta que firmamos) nos vamos, en el mejor de los escenarios, a prácticamente un mes.
Que tengamos una cantidad ahorrada o la entidad nos permita endeudarnos hasta una determinada cantidad no significa que necesariamente tengamos que gastarnos eso en la compra de una vivienda. Recuerda que independientemente de lo que el banco nos llegue a conceder, seremos nosotros los que tendremos que valorar que queremos asumir ese compromiso.
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