LA FAMILIA SIGUE
Cómo proteger a los hijos ante el divorcio de los padres
La separación o divorcio en una familia es una experiencia emocionalmente compleja, tanto para los adultos como para los hijos. Por eso, hay que ayudar a los niños a sobrellevar esta situación de manera más saludable y constructiva.
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Cuando una pareja ha decidido separarse, los hijos a menudo se encuentran en una situación confusa y estresante. Sin embargo, es posible protegerlos durante este proceso, mediante un acompañamiento más consciente que minimice el impacto negativo.
Cómo explicar a los hijos que nos separamos
La comunicación es fundamental durante el proceso de divorcio. Es importante hablar con los hijos de manera abierta y emocionalmente conectada. Es importante que les podamos explicar la situación considerando la edad que tienen, evitando detalles innecesarios y utilizando un lenguaje claro y comprensible.
También es recomendable animarlos a hacer preguntas y expresar sus emociones, escuchando activamente y mostrando empatía por sus sentimientos. Por ejemplo: “Entiendo que esta situación sea confusa y dolorosa, estoy aquí para lo que me quieras decir o preguntar. Vamos a salir adelante juntos”.
Hagamos hincapié que el amor de ambos progenitores por los hijos no cambia a pesar del divorcio; esto les hará sentir consuelo y seguridad emocional.
Rutinas de padres separados
El divorcio puede traer consigo una serie de cambios, pero es importante mantener la estabilidad y la normalidad en la medida de lo posible. Una forma de hacerlo es
mantener las rutinas diarias, tanto de las comidas, como de las horas de dormir. Esta previsibilidad transmite a nuestros hijos un sentido de seguridad.
Si es posible, es bueno también que los niños continúen con las actividades extraescolares y que los cambios en sus rutinas sean los mínimos e indispensables.
Las discusiones, siempre en privado
Cuando hablamos de divorcio, este punto no puede omitirse. Es natural que los padres puedan tener desacuerdos durante el proceso de separación, pero es crucial evitar discutir o pelear frente a los hijos. Ellos pueden sentirse atrapados en medio de los conflictos y experimentar ansiedad y estrés como resultado.
Hay que evitar acusar o discutir con la expareja delante de ellos y siempre mantener las conversaciones enfocadas en la solución, no en las fallas personales del otro.
¿Cómo lograr una coparentabilidad saludable?
La coparentalidad se basa en criar juntos a pesar de estar divorciados. Es un enfoque en el que los padres trabajan juntos de manera colaborativa y coordinada para criar a sus hijos y es fundamental para protegerlos de una experiencia que puede ser traumática.
Podremos lograrla si tenemos en cuenta los siguientes 3 puntos:
1. Colaborar en la toma de decisiones, asegurarnos de que ambos padres estén involucrados en la vida de los hijos.
2. Comunicación constante, abierta y respetuosa con el otro progenitor, para evitar utilizar a los hijos como mensajeros o intermediarios.
3. Priorizar en primer lugar el bienestar de los hijos con cada decisión que se tome.
El divorcio es una transición desafiante para todos los involucrados, pero con un acompañamiento adecuado, los niños pueden sobrellevarlo de manera más saludable. Prioricemos la comunicación abierta, la estabilidad y el bienestar emocional de los hijos durante el proceso. Si trabajamos en conjunto como padres y mantenemos el enfoque en los intereses de los niños, les podremos ayudar a adaptarse de manera positiva a esta nueva realidad en sus vidas.
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