DIABETES
Cómo reducir la dependencia a la insulina con el deporte
Qué ejercicios son mejores para regular los niveles de azúcar, qué precauciones han de tomar los diabéticos antes de entrenar y en qué casos el deporte para ellos está totalmente desaconsejado.
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Seguro que has escuchado o leído en repetidas ocasiones que el deporte tiene grandes beneficios para la salud, como es la prevención de determinados tipos de cáncer y otras enfermedades. Entre ellas se encuentra la diabetes. Pero, ¿por qué el ejercicio físico es tan bueno para las personas con problemas en la regulación del azúcar?
Es importante destacar que la diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por presentar niveles altos de glucosa en sangre, provocado por un trastorno de la resistencia a la insulina. El ejercicio físico es esencial para el tratar la diabetes, tanto la diabetes mellitus tipo I como la tipo II, porque:
1. Aumenta la sensibilidad a la insulina
2. Mejora el uso de la glucosa
3. Reduce los niveles de glucemia
Además, hacer ejercicio físico de forma regular, reduce otros factores de riesgo que influyen sobre la diabetes como son la hipertensión, la dislipidemia y la obesidad. Esto no quiere decir que el deporte cure la diabetes sino que ayuda a:
- Prevenirla: Si no se tiene desarrollada la enfermedad.
- Tratarla: Favorece el control de la enfermedad y llevar un estilo de vida más saludable.
Entrenamiento contra los altos niveles de azúcar
Para controlar la diabetes no vale cualquier ejercicio, sino que depende de la persona, su experiencia deportiva, el tipo de diabetes que padezca, sus características, etc. A nivel general, se recomienda fundamentalmente hacer cardio. Sin embargo, es preferible que el entrenamiento semanal incluya además entrenamiento de fuerza.
Las pautas, a nivel general, son:
- Ejercicio aeróbico: Sesiones de 20 a 60 minutos, con intensidad media y con una frecuencia de 4-6 días por semana. Si estás empezando a entrenar, esta recomendación es la pauta a la que hay que llegar aumentando el tiempo y los días de entrenamiento de forma progresiva.
- Ejercicio de fuerza: Sesiones de 8 a 10 ejercicios de los principales grupos musculares.
Estas pautas generales se irían adaptando a cada persona: lo que para unas personas puede ser muy bueno, pero para otras puede ser un estímulo demasiado bajo, casi imperceptible, o tan alto que genere una caída perjudicial de los niveles de azúcar.
Riesgos del deporte sin control en personas diabéticas
El principal riesgo del ejercicio para las personas con diabetes es la hipoglucemia: niveles de azúcar por debajo de 65mg/dL. Este riesgo es mayor para las personas con diabetes tipo I pero es igual de importante también para la diabetes tipo II.
Es fundamental conocer los niveles de azúcar antes y después del ejercicio para entrenar con seguridad. Los elementos que favorecen la hipoglucemia durante el ejercicio son:
- Actividad a una intensidad muy alta
- Duración excesiva del ejercicio
- Ingesta calórica insuficiente antes del ejercicio
- Frío
- Administración excesiva de insulina o inyección en el músculo que se está ejercitando
Que la intensidad sea alta o la duración excesiva depende mucho de la persona que está entrenando, porque cada uno tenemos un nivel y una experiencia que marcan esos límites. Por ese motivo, no vale el mismo entrenamiento para ambas personas con diabetes. Consulta a un entrenador especializado que te pueda ayudar y guiar, y evita así los riesgos.
Casos en los que una persona diabética no debería entrenar
La American Diabetes Association establece que las personas con diabetes no deben hacer ejercicio si antes de empezar tienen:
- Un nivel de glucosa mayor a 300mg/dL (o de 240mg/dL en el caso de cetonuria): Hacerlo puede favorecer la hiperglucemia y la cetosis.
- Un nivel de glucosa menor a 100mg/dL: Por el riesgo de sufrir esa caída brusca de los niveles de azúcar.
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