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SALUD SEXUAL

¿Cómo sé si mi vulva es normal?

Espejito, espejito ¿tengo una vulva normal? Cada vez más mujeres se hacen esta pregunta y hoy descubrimos qué tipos de vulvas existen.

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Tipos de vulvas hay muchas, pero hay una que tiene al resto acomplejadas. Es esa vulva rosadita, recogida, simétrica y sin pelos. ¿La conoces? es esa que sale en las películas, los anuncios y que hace que cuando nos miramos la nuestra nos sintamos avergonzadas de nuestros labios diferentes, asimétricos, caídos en algunos casos y sobresalientes.

Hay mujeres que tienen el clítoris sobresaliente entre los labios vaginales, otras tienen los labios internos más grandes que los externos y tras el paso de los años y los partos hay mujeres que ven cómo su vulva se ha agrandado y ha perdido la forma que tenía. A causa de todo esto y por la tiranía estética vaginal en la que vivimos, muchas deciden hacerse operaciones estéticas en los genitales. Las opciones son varias, labioplastia, vaginoplastia, blanqueamiento vulvar, liposucción del monte de venus… la carta de servicios es extensa y busca dar respuesta a la gran pregunta ¿tengo la vulva normal?.

Tipos de vulvas

No hay dos vulvas iguales, cada mujer la tenemos de una forma, un tamaño y responde a las vivencias que hemos tenido. Sin embargo, podemos decir que hay 8 tipos de vulvas que más o menos recogen la gran variedad de vulvas que existen.

Mariposa

Es la forma de vulva más común y que solemos ver en las representaciones de los genitales femeninos. Los labios menores sobresalen sobre los mayores.

Tulipán

En esta los labios internos o menores se dejan ver un poco sobre los externos o mayores. Pero se quedan cubiertos, recordando la forma de un tulipán.

Llama olímpica

El capuchón es mucho mayor que el clítoris y por eso se ve más sobresaliente.

Cisne

En este tipo de vulva los labios menores son más grandes que los mayores y el clítoris también, por lo que sobresale de la vulva y se ve con facilidad.

Herradura

En la parte superior de la vulva los labios mayores están más abiertos dejando ver a los menores y haciendo que se vean más grandes. Pero hacia la parte inferior los labios mayores recubren a los menores.

Ojo cerrado

Estas vulvas tienen un aspecto más cerrado porque los labios mayores cubren a los menores. Es la vulva que vemos más representada. Simétrica, recogida y cerrada. Es la considerada más estética, pero lo más curioso es que es la menos común.

Bata de cola

Estas vulvas son aquellas que los labios menores sobresalen con una ondulación o siendo más curvados y presentando pliegues.

Inflada

Esta es similar a la de ojo cerrado, pero los labios están más engrosados como si presentaran una inflamación.

Fruta
Fruta | iStock

¿Qué le pasa a mi vulva?

Ver que existen tantos tipos y cada uno con sus características nos hace sentir que la nuestra también es normal. Sin embargo, muchas mujeres sienten que si no encajan en uno de esos tipos no tiene una vulva normal y eso les lleva a sentirse acomplejadas y no disfrutar de su sexualidad plenamente. Esto repercute en su deseo, disminuye la libido y crea problemas sexuales a la hora de darse placer. Silvia de Ochoa, psicóloga y sex coach, lo ve a menudo y nos cuenta que la vulva “Tiene un papel sumamente activo y representa toda una conexión un tanto mística y misteriosa al momento de irla descubriendo”. El problema es que seguimos sin afrontar el momento de mirarla a través de un espejo, observarla y reconocerla como nuestra. Por eso, De Ochoa afirma que “En la medida que te des la oportunidad de conectar con tu cuerpo obtendrás los enormes regalos que tu vulva tiene para ti. Cada centímetro está finamente diseñado para recibir un placer extraordinario, la vulva siempre es un manjar de sorpresas”.

Si cada una de nosotras tiene un tipo de vulva, ¿por qué seguimos insistiendo en hablar de tipos de vulva más comunes? La sex coach responde que “Siempre queremos pertenecer a un grupo para sentirnos identificadas. Tenemos miedo a ser únicas”. Pero tal y como ella dice, “Nuestra vulva es nuestra huella genital, es irrepetible y auténtica”. Y detrás de todo esto está la educación sexual machista que recibimos. “Escuchamos comúnmente que la vulva es fea, que huele mal, que es húmeda, que no tiene forma de nada, etc,. Batallamos mucho para mostrarle al mundo y a la propia mujer la belleza que lleva entre las piernas. Es un camino largo, pero vamos en él con paso firme” añade.

Aunque parezca que la cirugía estética genital es un tema baladí, no lo es por el auge de operaciones que se están haciendo en los últimos años y porque en algunos casos es necesario para corregir problemas en la vulva y vagina. “Hay cirugías que pueden, en casos extraordinarios, facilitarle la vida a la mujer que padece de ciertas malformaciones en su vulva”, aclara la psicóloga. Estos casos son aquellos que no nos permiten disfrutar de la sexualidad por razones físicas congénitas o porque tras una operación o episiotomía ha habido algún error y la vulva y entrada de la vagina se han quedado afectadas y las relaciones son incómodas o dolorosas. Es una razón muy distinta a hacerlo por pura estética, aunque claro, cada mujer tiene sus razones y es libre de hacer lo que quiera ya que dentro de esos problemas nos encontramos los psicológicos y no estar a gusto con la vulva que tenemos nos puede producir un problema de autoestima que repercute en nuestra salud. Para paliar esta situación, la experta considera que “Debe haber siempre un plan integral para reconciliarse con el cuerpo de adentro para afuera, trabajar en la autoaceptación y que sin duda, un médico será el más indicado para valorarlo”.

La autoestima vulvar va a estar presente a lo largo de nuestra vida y debemos ser conscientes de que, al igual que nuestro cuerpo cambia, la vulva y la vagina también

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