Fallecimientos y confinamiento
Consejos para gestionar el duelo en la distancia
Los entierros en algunas Comunidades han pasado de permitir la presencia cinco familiares (y manteniendo la distancia de seguridad) a tres. Las redes sociales están llenas de testimonios de personas que han visto cómo fallecía algún miembro de su familia o amigo por el coronavirus y no han podido despedirse ni agarrarle la mano en el momento de su muerte. Un drama que se une al dolor de haber perdido a alguien cercano.
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¿Cómo puede uno enfrentarse a este duelo que tiene que hacer, por razones sanitarias, en la distancia? ¿Qué repercusiones puede tener esta situación?
“Ante cualquier duelo, y concretamente ante la pérdida de un ser querido, y del mismo modo que ocurre con las emociones, debemos enfrentarnos al dolor que dicha pérdida produce. El enfrentamiento "sano" es un proceso totalmente natural, y por tanto es adaptativo, y nos permite reparar la herida emocional y poder avanzar con nuestras vidas. Para llevar a cabo ese abordaje, se suelen dar cinco fases que nos permiten avanzar en el dolor de la pérdida, hasta llegar a la aceptación (negación - ira - negociación - depresión - aceptación)”, explica Irene Giménez especialista en Psicología en el Institut Dra. Natalia Ribé, centro miembro de Top Doctors.
Y añade: “Ahora bien, el duelo al que nos estamos enfrentando en esta situación extraordinaria de crisis sanitaria global por el Covid-19, dificulta poder llevar a cabo de un modo adaptativo el proceso de pérdida. Por un lado, no podemos despedirnos de nuestros seres queridos, ni podemos abrazar a nuestros círculo social de apoyo en estos difíciles momentos. Por otro, el duelo llega de forma súbita, sin posibilidad de preparación previa (como ocurre con algunas catástrofes, accidentes, etc.). Por lo que también el abordaje del mismo se modifica sutilmente, siendo recomendable la realización de una despedida simbólica que de algún modo facilite el "desprendimiento". Uno de los métodos que mejores resultados dan, es escribir "una carta" de despedida, y que leerla en voz alta ante un grupo cercano y significativo de personas (vía telemática de ser preciso)”.
El confinamiento dificulta la recuperación
“Es evidente que a pesar de los recursos alternativos a los que podemos recurrir en esta situación de duelo extraordinario que nos está tocando vivir, el confinamiento dificultará la recuperación. Lo primero que debemos tener en cuenta, es que a pesar de las recomendaciones que se pueden facilitar, cada duelo es único. Cada persona vive el duelo con una intensidad emocional distinta, y los mecanismos tanto fisiológicos (el llanto por ejemplo) como cognitivos (dejar la mente en blanco para algunos vs inundar la mente de recuerdos para otros) o conductuales (aislarnos durante unas horas vs jugar y distraernos con nuestros niños), que utilice cada persona para afrontar el golpe, serán válidos, siempre y cuando no se produzca enquistamiento, lo cual daría lugar al duelo patológico y a la aparición de distintas patologías (depresión, etc.)”, añade la experta.
¿Qué aconseja para sobrellevarlo de la mejor forma posible?
“Dejar que nuestras emociones fluyan, no reprimirlas, y permitirnos sentir, porque estamos en nuestro pleno derecho, y solo así, podremos avanzar en paz. Dicho esto, y partiendo de la base de que cada persona gestionará el duelo a su ritmo y utilizando los recursos con los que mejor se identifique desde el punto de vista emocional, hay una serie de consejos básicos que pueden ayudar a hacer un poco más sostenible el dolor, en estos difíciles momentos”. Son los siguientes:
• Las lágrimas: no debemos reprimir el llanto. El llanto alivia, y produce en nosotros una sensación de calma muy necesaria en estos momentos.
• Hablar con nuestros seres queridos, desahogarnos con ellos (hay mecanismos más allá del contacto para poder hacerlo). Cuando exteriorizas lo que sientes con tus allegados, se viven momentos emocionalmente muy potentes pero también muy curativos, en tanto que recordamos al fallecido, y todas las cosas maravillosas que hicimos juntos, y eso es infinitamente más poderoso que el hecho de no habernos podido despedir de él, y así nos lo debemos repetir a nosotros mismos.
• Y como avanzaba antes, si tenemos opción de hacer algún ritual simbólico como la carta, esto nos permitirá volcar nuestro dolor en palabras, plasmar en papel el pensamiento, y poder darle voz al dolor, en tanto que conviene que la carta pueda ser leída.
La experta añade: “Y no olvidemos de que a pesar de ser momentos muy duros, en los que se viven situaciones de mucha impotencia, debemos intentar no permitir que la rabia por no habernos podido despedir de nuestros seres queridos, destroce lo más poderoso que tenemos: EL RECUERDO. Porque el recuerdo de todo lo vivido con nuestros seres queridos, seguirá viviendo en nosotros... PARA SIEMPRE, y eso nada ni nadie nos lo podrá arrebatar”.
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