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LIMPIEZA EN LA COCINA

Consejos para limpiar bien el fregadero

Alargar la vida útil de nuestro fregadero, al que a menudo hacemos tan poco caso, es posible si seguimos todos estos consejos.

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¿Tienes la sensación de que tu fregadero siempre parece sucio? ¿Se atasca? ¿Le falta brillo? Esto ocurre porque probablemente estés cometiendo una serie de errores en su mantenimiento y limpieza que pueden acabar causándote problemas. Estas son algunas de las medidas que deberías implementar ya si quieres alargar la vida útil de tu fregadero.

Productos para limpiar el fregadero de la cocina

Si tu fregadero es de acero inoxidable (el material más común en cocinas), recuerda que debes ser muy cuidadosa con su limpieza y secado, ya que enseguida se forman manchas. Para limpiarlo, lo mejor es utilizar una solución de agua, vinagre y bicarbonato, aunque también te puedes ayudar de un producto quitamanchas específico. Si tienes un fregadero de cerámica, lo mejor es que utilices los mismos productos pero te asegures de limpiar con una esponja suave, puesto que es un material que se daña con mucha facilidad. Si es de mármol, un material sufrido y resistente, puedes utilizar un limpiador jabonoso estándar. En todos los casos, el percarbonato de sodio puede ayudarte a eliminar manchas difíciles.

Cuidado con el bicarbonato

Si decides emplear bicarbonato, lo mejor es que lo mezcles con agua en una palangana hasta lograr una pasta densa. Unta el fregadero con esta pasta, déjala actuar un rato, retírala con una esponja suave y a continuación aclara con abundante agua hasta que no quede rastro de la mezcla. Si también quieres emplear vinagre, puedes utilizar la mitad de agua y la mitad de vinagre en la mezcla con el bicarbonato. Es importante que recuerdes secar bien el fregadero con un paño limpio y seco una vez finalizada la limpieza.

El fregadero también se limpia

Muchas personas olvidan que la limpieza del fregadero debe hacerse a conciencia, cada vez que limpiamos la encimera, es decir varias veces al día si cocinamos. Es habitual que se limpie la encimera, los fogones e incluso que barramos y freguemos el suelo, pero nos limitemos a pasar un agua por el fregadero. Craso error. Es importante limpiarlo con jabón cada vez que lo empleamos, además de secarlo convenientemente.

Limpiando el fregadero
Limpiando el fregadero | iStock

Proteger el fregadero de residuos

Parece una perogrullada, pero son muchas las personas todavía utilizan el fregadero como vertedero de residuos, ya sean sólidos, caldos o aceites. Esto no debe hacerse jamás, puesto que se acabarán atascando las tuberías a corto y medio plazo, cosa que no solo resultará muy incómoda sino que además puede acabar con una llamada al fontanero. Es importante, pues, tener un buen sistema de filtrado de los posibles restos de comida que puedan desprenderse, que podamos tirar luego a la basura orgánica sin que lleguen a las tuberías. Este sencillo gesto de mantenimiento alargará la vida útil de nuestro fregadero.

Reponer las partes deterioradas

Si el colador o el tapón están estropeados o desgastados por el uso, cosa que puede ocasionar que se filtren trozos de comida, lo mejor que podemos hacer es reponerlos antes de que la tragedia sea mayor. No olvides utilizar periódicamente un limpiador de tuberías, siguiendo las recomendaciones del fabricante, para acabar con los restos que se pueden haber colado sin querer. Si pese a todos estos cuidados se produce un atasco, no lo dejes pasar: adquiere un producto desatascador y empléalo antes de que el atasco sea insalvable.

Cómo limpiar los grifos del fregadero

Suelen estar entre los grandes olvidados cuando limpiamos la cocina, y eso que tanto los grifos como el fregadero son fuentes de bacterias que deberíamos mantener siempre relucientes. Asegúrate de limpiar los grifos con un jabón antibacteriano adecuado y, si lo requieren, también con un producto antical que evite que se acumule cal en sus diferentes partes.

Esponjas y paños, cuidado con ellos

Como decíamos en el punto anterior, si tuviésemos que definir el lugar de toda la casa en el que se acumulan más bacterias, los estropajos serían, sin duda, uno de ellos. Es por ello que debemos ser muy cuidadosas con su uso y su limpieza y renovarlos con más frecuencia de la que muchas lo hacemos. Los estropajos de limpiar platos deberían cambiarse semanalmente (si lo piensas, el gasto es ínfimo: solo se trata de cambiar el chip) y por nada del mundo deberíamos emplearlos para limpiar encimeras y fregaderos, que requieren de una esponja específica. Esta también debe reponerse con frecuencia, para garantizar la total desinfección de todas las superficies de nuestra cocina.

No escatimes en productos de limpieza

A veces adquirimos productos de limpieza económicos pensando que todos son igual y precisamente en el caso de la cocina no podemos arriesgar, puesto que necesitamos productos de la máxima calidad que acaben con los restos de grasa y bacterias. Prueba diversas opciones y quédate con la que mejor te vaya pese a que sea un poco más caro. Acabarás ahorrando a la larga porque tu fregadero se conservará perfecto durante mucho más tiempo.

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