Consejos para sacar el agua del oído

Un largo día en la playa o unos largos de natación en la piscina pueden convertirse en un fastidio si al llegar a casa se te ha quedado agua en el oído. Que esto ocurra puede deberse a un canal auditivo estrecho o a un exceso de cera en los oídos que haga que el agua, que normalmente drena de forma natural, se quede atascada. Este tipo de afección se llama otitis externa y puede ocasionar una infección de oído.

Antes de crear cualquier alarma, te mostramos algunos consejos que te ayudarán a eliminar fácilmente el agua del oído.

Cómo sacar el agua del oído

Aunque lo normal es que el agua pasada un tiempo salga de tu conducto auditivo, puedes probar con estos trucos.

- Sacude la cabeza. Para ello, con la cabeza inclinada hacia abajo y hacia el hombro, sacude o frota suavemente tu lóbulo.

- Crea un vacío. Inclina tu cabeza hacia el hombro y apoya la palma de la mano sobre la oreja hasta que notes que se genera vacío. Después, presiona la mano hacia el oído y retírala para que la presión extraiga el agua.

- Ayúdate del calor. Bien, con un secador a una distancia de un palmo de tu oído, a mínima potencia, mientras tiras del lóbulo hacia abajo. O bien con un paño caliente debajo de la oreja.

- Deja actuar la gravedad. Acuéstate hacia el lado del oído afectado y espera que la gravedad haga bajar el agua por el canal auditivo hacia fuera.

- Utiliza más agua. Aunque parezca que nos estemos volviendo locos, introducir más agua puede hacer que se elimine. Deja el oído molesto hacia arriba e introduce unas gotas de agua ayudándote de un gotero, espera unos segundos y gira la cabeza hacia el otro lado, esperando que salga toda el agua por completo.

- Mueve la mandíbula. Masticar o bostezar ayudan a mover la ATM o la articulación de la mandíbula, que está conectada al canal auditivo.

Y, sobre todo, no utilices bastoncillos o urges en tu oreja, ya que hacerlo puede empujar el agua más profundamente en el canal auditivo y perforar el tímpano.

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