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Operación limpieza

Cortinas, alfombras, colchón...: ¿cada cuánto tiempo hay que limpiar?

Las paredes, las cortinas, el colchón, la alfombra... llega el verano y antes de que te dé el bajón definitivo, bajes las persianas y no dejes que un rayo de sol entre por las ventanas, es el momento de poner tu casa a punto.

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¿Cómo? Muy fácil, tenemos una lista de imprescindibles por donde debes empezar. Prepárate, que te esperan unos días de ejercicio intenso.

Lo que necesitas

Cuánto más sencillo todo, mejor. Amoniaco, lejía, vinagre, trapos de algodón, varios cubos, un par de bayetas, y tal vez algún producto para madera. Ya está, suficiente. Si quieres, guantes, pero poco más.

El orden

No es que sea clave por dónde empieces, pero cuanto antes te quites lo más pesado, mejor. Si odias la cocina… amiga, ya sabes. Una limpieza perfecta consistiría en vaciar todos y cada uno de los armarios (igual no lo haces desde que te mudaste), limpiar bien el interior de los muebles, volver a colocar todo en su sitio, o bien en otro, y no dejar ni un solo azulejo sin que reciba su parte proporcional de lejía. Hay que limpiar también las cortinas y las ventanas. Un asco lo sé. Y si ya vacías ese cajón desastre que guarda todos los teléfonos de publicidad de los restaurantes chinos del barrio, ¡triunfas!

El salón

Ese lugar donde pasas tanto tiempo… que debes emplearte a fondo. Rodapiés (límpialos cada vez que pases la aspiradora), rincones, los libros (al menos dos veces al año por el polvo acumulado), las copas que no usas (intenta unas tres veces al año limpiarlos, depende del uso que les des y de lo hermético que sea tu mueble). Cuando abras el armario verás que muchas estarán casi opacas. Es el momento de limpiarlas. Y las tazas de café y té de tus múltiples viajes también. Aunque al no ser de cristal, con una vez al año, es suficiente.

Aspiradora en mano, dale muy muy bien al sofá (mínimo a fondo una vez al mes), lava la funda, de hecho, deberías tener otra para los por si acasos. Los cojines, el lugar donde babeas las siestas los domingos… Toca paso por lavadora. Y si los lavas una vez al mes, mejor que mejor.

Y la alfombra, donde caen todos y cada uno de tus pelos… igual deberías llevarla hasta el tinte. Es una vez al año, en serio, no pasa nada porque inviertas en la limpieza de casa. Lo ideal es que tengas a mano una bolsa de basura, igual te da por tirar cosas, encontrarte bichitos, pelusas… ¡quién sabe! Deberías limpiarla con la aspiradora una vez a la semana, y a fondo, una vez al mes. Y la gran limpieza, por ambos lados, mínimo dos veces al año.

Las habitaciones

Cortinas a la lavadora (dos veces al año, antes de poner la calefacción y, sobre todo, después); funda del colchón (intenta una vez al mes que pase por lavadora); fundas de almohadas, con urgencia. Si lo haces cada vez que cambies las sábanas, genial. Pero con una vez al mes, será perfecto. Y en verano más, que con el calor se suda mucho y las cremas manchan.

Las ventanas también hay que limpiarlas (no te digo que lo hagas cada vez que llueva, que sería lo ideal, pero al menos unas cuatro veces al año); los rodapiés intenta aprovechar cuando pases la aspiradora, no veas el polvo que se acumula, y si no puedes, hazlo al menos una vez al mes.

Las lámparas, ideal sería cada vez que pases el polvo limpiarlas al menos por encima; el día que se funda una bombilla, es el momento. Y si aprovechas para limpiar en profundidad con los cambios de estación, mejor que mejor. El calor mancha y mucho. Mira sino los radiadores, con la calefacción si no limpias bien el polvo semanalmente en invierno las paredes se ponen negras.

Pasando la aspiradora
Pasando la aspiradora | iStock

Y las paredes, sí, las paredes. Una vez al año será suficiente. Con un cepillo normal, envuélvelo en una tela de algodón, y pasa las paredes, te sorprenderá el color que verás. Si puedes, deja el colchón elevado, apoyado en la pared, o el cabecero incluso, con las ventanas abiertas, para que se ventile muy muy bien por ambos lados y le entre un poquito de aire. Te recuerdo, que para que dure más, debes darle la vuelta a menudo, de arriba abajo, vuelta entera… Una manera de evitar que coja formas.

Te diría que es el momento de limpiar también los armarios. Una vez al año es lo mínimo, aunque aprovechar los cambios de estación sería perfecto. Si no te encuentras con fuerzas para tirar cosas, no lo hagas, pero sácalo todo, ordénalo mejor, y limpia el interior. Deja que el aire entre también en el armario, y que todo se ventile bien. Supongo que tendrás lavanda, o algún ambientador natural que te guste para colocar después. Es el toque perfecto a una limpieza finalizada.

Baños

Muerte a los baños, podemos decirlo. Agarra bien la lejía, porque es el momento de frotar, y frotar, bañera, mampara, plato de ducha… Y de limpiar los plafones, y de sacar las mosquitas muertas, y de vaciar los cajones de productos caducados o que lleven más de un año abiertos… Cambia las toallas, de hecho revísalas todas. Seguro que puedes cambiar alguna, tirar otras y reciclar en trapos también. Cambia la esponja, incluso te diría que la tiraras y evitaras un punto de bacterias; lo mismo te digo del cepillo de dientes, es el momento de cambiarlo (a no ser que seas de las que lo hace cada 6 meses…).

El baño en profundidad, con azulejos, y techos, y plafones… una vez al año mínimo. Dos sería perfecto, pero como no siempre tenemos tanto tiempo, una gran limpieza al año sería ideal. No te hablo de los baños, que se hacen hasta varias veces a la semana dependiendo de cuantos seáis en casa, si hay niños pequeños, si hay personas mayores. Si haces fiestas, cumpleaños… incluso si estás mala, vomitas, estás con la regla, o hay embarazadas en casa, mucho más a menudo.

Terraza

Puede que pienses que no, que la terraza ni de coña… pero repasa las macetas un poco, esa tomatera pocha, mira a ver si el riego funciona, si las abejas están haciendo una casita… Un poco cuidar uno de los lugares donde más suciedad entra en casa… Un toque de alfombra, aunque sea de tejido natural; unas velas, unas flores… Qué se note que has hecho un cambio. Además, hasta el año que viene no te vuelve a tocar.

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