EDUCAR NO ES FÁCIL
Criar con calma cuando vives agotada: Estrategias para padres y madres
Criar con calma en medio del agotamiento no es un ideal inalcanzable, es una práctica diaria, imperfecta y profundamente humana. Te comparto estrategias reales y muy útiles para la crianza.

Publicidad
Como asesora familiar, educadora emocional y coach de adolescentes, he acompañado a muchas familias, especialmente mamás que, entre lágrimas y cansancio, me han confesado: "Estoy al límite, pero no puedo dejar de ser mamá". Y es que la maternidad no se detiene, incluso cuando sentimos que no nos queda ni una gota de energía, la crianza continua.
Recordemos que criar con calma no significa estar siempre tranquila, sino tener las herramientas para volver a la serenidad cuando la perdemos.
Aceptemos nuestra imperfección
La autoexigencia es una trampa muy común. Creer que debemos ser madres perfectas, solo añade presión innecesaria. Recuerda que nuestros hijos necesitan una madre real, no una ideal. Vamos a permitirnos cometer errores y aprende de ellos. La imperfección también nos enseña.

Priorizar el autocuidado
Cuidarnos no es un lujo, es una necesidad. Dedicar tiempo a actividades que nos recarguen, por ejemplo: una caminata, leer un libro, meditar o simplemente descansar. Tenemos que recordar que cuando nos cuidamos, tenemos más recursos emocionales para cuidar de nuestros hijos.
Poner límites es necesario y saludable
Es importante aprender a decir "no" cuando sea necesario. No podemos estar en todos lados ni hacer todo al mismo tiempo. Establecer límites claros nos ayudará a conservar y cuidar nuestra energía y al mismo tiempo, estaremos enseñando a nuestros hijos sobre el respeto y la responsabilidad.
Buscar apoyo si es necesario
No estamos solas. Hablar con otras mamás, familiares o profesionales y compartir nuestras experiencias y emociones puede aliviar definitivamente la carga y ofrecer nuevas perspectivas. Recordemos que pedir ayuda es un acto de valentía, no de debilidad.

Estar presentes y con plena consciencia
En lugar de preocuparnos por todo lo que falta por hacer, que regularmente son muchas cosas… vamos a enfocarnos en el momento presente. Cuando estemos con nuestros hijos, intentemos estar realmente presente. Cuando sea tiempo para la pareja o tiempo para nosotros; estar verdaderamente en ello.
Esto fortalece el vínculo con ellos, pero también reduce el estrés que podamos sentir.
Reformulemos nuestros pensamientos
Observemos nuestros pensamientos y cuestionemos aquellos que nos tienden a generar más malestar. Por ejemplo, si pensamos "No soy una buena mamá", vamos a preguntarnos: ¿Es realmente cierto? ¿Qué evidencia tengo de lo contrario? Este ejercicio de verdad puede ayudarnos a desarrollar una perspectiva más compasiva con nosotras mismas.
Cada pequeño logro cuenta
Reconocer y valorar nuestros esfuerzos diarios, por pequeños que parezcan. Cada día que enfrentamos los desafíos de la maternidad es un logro en sí mismo. Celebremos nuestras victorias y por favor vamos a permitirnos sentirnos orgullosas de nosotras mismas.
Si hoy te sientes al límite, recuerda que no estás sola. Cada respiración consciente, cada pausa para ti misma, es un acto de amor que se refleja en nosotros y en nuestros hijos.
No se trata de ser perfecta, sino de ser auténtica, compasiva y estar presente… sabiendo la importancia de permitirnos descansar, pedir ayuda y celebrar esos pequeños logros. Sigamos adelante un paso a la vez, con la certeza de que lo estamos haciendo lo mejor que podemos.
Publicidad