ORGANIZA TU DINERO
¿Cuántas cuentas tengo que tener para gestionar bien el dinero?
Saber distribuir el dinero en diversas cuentas corrientes es una forma fácil de ahorrar y ser conscientes de los ingresos y gastos que tenemos cada mes.
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No sé si alguna vez te lo habrás planteado, pero la organización de tus cuentas corrientes puede afectar a tu dinero.
Nuestra primera cuenta corriente la solemos abrir cuando empezamos a trabajar y necesitamos que nos ingresen la nómina. En ese momento, las finanzas personales suelen ser sencillas y no hay complicaciones más allá de los gastos que tenemos en nuestro día a día.
Pero la cosa se complica cuando ya nos independizamos y, por ejemplo, empezamos a compartir los gastos con otra persona. En ese caso, tener el dinero todo junto en la misma cuenta puede ser un caos.
Usos de las cuentas corrientes
Mi recomendación es que distribuyas tu dinero en 3 cuentas corrientes: una cuenta personal en la que cobres la nómina, una cuenta de ahorro y una cuenta conjunta con los gastos de la vivienda, en caso que las compartas con compañeros o pareja.
Cuenta de ahorro
Ten una cuenta solo para el ahorro y para ir creando tu fondo de emergencia.
No hace falta que sea ningún producto de ahorro, sirve cuenta corriente de la que no te cobren ninguna comisión y puedas ir haciendo ingresos recurrentes y alguna retirada al momento si lo necesitas.
Eso sí, sin tarjeta. Ni crédito ni débito, ya que la cuenta la vamos a utilizar para ahorrar y tener tarjeta puede ser una tentación que debemos evitar.
Cuenta con los gastos de la vivienda
Si compartes gastos con familia, pareja o convives con alguien, te recomiendo tener una cuenta solo para los gastos de la vivienda (alimentación, luz, agua, alquiler/hipoteca...).
Tenerlo en la cuenta donde alguna de las personas o ambas tiene también sus gastos personales es un caos y no nos ayuda para nada a identificar correctamente nuestros gastos.
Cuenta personal
Como consecuencia del punto anterior, te recomiendo que cada una de las personas que aporten a la economía familiar tenga su propia cuenta personal.
De esta forma, los gastos personales de cada uno serán más fáciles de controlar y serán del todo independientes de la gestión de la economía familiar.
Cómo gestionar las cuentas corrientes
Domicilia la nómina en tu cuenta personal y, una vez recibas tus ingresos mensuales en dicha cuenta, haz transferencias y pasa dinero a las otras dos cuentas: ahorro y vivienda.
Para ello tenemos que tener claro cuáles son nuestros gastos en cada área de nuestra vida y calcular qué necesitamos en nuestra cuenta común del hogar y cuánto dinero destinamos a nuestro ahorro.
Al reorganizar tus cuentas, estás reorganizando tu dinero. Además, estás dividiendo los gastos para poder tener más control sobre ellos, lo que también te va a ayudar a respetar tu presupuesto.
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