UNO MÁS DE LA FAMILIA
¿Cuánto cuesta mantener una mascota?
La sociedad va avanzando y la idea que se tenía antaño de lo que requería una mascota, ya fuera perro o gato, poco se parece a la realidad de hoy en día.
Publicidad
Cuando se decide incluir una mascota en la familia, una de las principales dudas es el impacto que tendrá en la economía familiar.
Dentro de los compromisos que se adquieren al añadir este nuevo miembro, está el de proporcionarle todo lo necesario para su salud y mantenimiento, como comida, cobijo y medicinas. Esto no es una opción, es una obligación cuyo incumplimiento tiene, a día de hoy, sanciones importantes.
La sociedad va avanzando y la idea que se tenía antaño de lo que requería una mascota, ya fuera perro o gato, poco se parece a la realidad de hoy en día.
Cierto es que más allá de lo obligatorio, existe todo un mundo de márquetin sobre las mascotas que emborrona lo que es realmente necesario. Por eso vamos a intentar poner un poco de luz al respecto, respetando en todo momento las creencias y necesidades de cada propietario.
Gastos obligatorios
Si decidimos adoptar un perro, debemos tener claro que hay que sacarlo a pasear a diario, administrarle un alimento adecuado y cuidarlo 365 días al año.
Si sabemos que nos vamos a ir a esquiar o a un hotel en verano, tenemos que incluir en el presupuesto el alojamiento de la mascota para esos días.
Este detalle lo reflejo en primer lugar porque es igual de importante que el resto y muchas veces queda oculto hasta que llega ese momento y se convierte en un problema que claramente existía desde un principio.
La alimentación es básica para la salud de nuestra mascota. No todos los piensos son igual, de ahí su precio. Si bien en los más caros muchos pueden depender de modas, la mayoría deben su precio a la calidad de las materias primas y su digestibilidad, por lo que decidir comprar el más barato para que el mantenimiento del perro sea "lo menos posible" no va a servir más que para visitar más a menudo al veterinario.
El siguiente gasto obligatorio es el veterinario. Al menos una vez al año hay que acudir a una revisión para asegurar que todo va bien y administrar las vacunas, como la de la rabia, entre otras.
Las desparasitaciones internas trimestrales y la protección frente a garrapatas, pulgas y mosquitos en los periodos de incidencia son igualmente obligatorias durante toda la vida del animal.
La peluquería e higiene es fundamental para la salud, no solo de la piel de nuestras mascotas, sino de los que convivimos con ellas, por lo que, según la raza, será necesario incluir este gasto en la planilla familiar.
Seguros y licencias
A nivel legislativo sabemos por otros artículos que, desde hace años, los propietarios de mascotas tienen la obligación de identificarlas con un microchip donde se incluyen los datos del responsable de ese animal, así como disponer de un seguro de responsabilidad civil acorde a la raza o peso del mismo.
Si nuestro perro cumple los requisitos para entrar dentro de los catalogados como Perro Potencialmente Peligroso (PPP), será necesario añadir un seguro específico y licencia de tenencia de este tipo de perros.
Gastos extraordinarios
Al igual que pasa con los hijos, a veces ocurren accidentes y nos toca salir corriendo al veterinario.
Ya sea por una gastroenteritis o por una trifulca en el parque, varias veces al año acudiremos a la clínica para recibir atención médica y, según la gravedad del caso, serán necesarias pruebas diagnósticas y tratamientos.
Estos costes suelen suponer un trastorno en la economía mensual de muchas familias, pero, a diferencia de la sanidad pública española, en veterinaria no existen subvenciones, por lo que los costes veterinarios pueden parecer altos cuando en realidad son los más bajos de todos los países europeos.
Hoy en día existen numerosas compañías de seguros que ofrecen coberturas veterinarias, ya sea con clínicas asociadas o seguros de reembolso. A la hora de decidirse por uno de ellos es importante leer bien la letra pequeña, asegurarse de lo que cubre y comentarlo con el veterinario para que, llegado el caso, no haya sorpresas desagradables.
Otro punto relevante es la educación de nuestro perro. Aún parece una opción solo si nuestro can da problemas, sin embargo, dado nuestro caos diario, la dificultad para dedicarle el tiempo necesario en casa y el querer llevarlo con nosotros como un miembro más de la familia, es fundamental entender que la educación básica debe formar parte de los gastos asumibles. Cierto es que, en muchos casos, ya sea por tener perros previamente o por disponibilidad de los propietarios, este coste pasa a un segundo lugar por ser capaz de enseñar correctamente a la mascota las órdenes necesarias para la convivencia en sociedad.
Extras o lujos
En este apartado quiero incluir todo lo referente al mundo de las mascotas: comidas que están de moda, ropa y bisutería, bolsos y comederos de lujo, correas con cristales incrustados, sesiones de spa, entre otros lujos.
No vamos a entrar a valorar su utilidad, ya que, como todo este tipo de artículos, incluso en humanos, surgen para satisfacer una demanda real. Son productos que son importantes para determinado tipo de personas y como tal tienen su sitio y deben ser respetados.
En este artículo lo que quisiera aclarar es que no podemos mezclar los gastos anteriormente mencionados con este tipo de complementos, ya que, siendo los anteriores necesarios para nuestras mascotas y no negociables, estos últimos pueden eliminarse de la lista de gastos si nuestra economía pasa por un bache o nos surgen imprevistos a otro nivel.
Cosas de gatos
Para terminar, quisiera hacer referencia algún detalle un tanto diferente en la especie felina. Nuestros mininos se adaptan bastante bien a un par de días de soledad y no necesitan salir a pasear a diario, pero eso no significa que no requieran determinados gastos. Las visitas al veterinario, las desparasitaciones y las vacunaciones son igualmente necesarias y no podemos descuidarlas aún no saliendo de casa.
La alimentación es más importante aún si cabe que en la especie canina, ya que necesitan que sea de alta calidad dada su dependencia a las proteínas, a la taurina y otra serie de nutrientes que se deben administrar a diario. Un pienso barato no podrá aportar este tipo de sustancias y estaremos poniendo en riesgo su salud a diario.
Así mismo, debemos aportarle medios de juego y ejercicio en la casa para que puedan desarrollar y satisfacer sus necesidades felinas.
Está claro que un gato es menos exigente en cuanto a tiempo, pero no por ello debemos descuidar sus necesidades específicas.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR…
¿Sabes que es la reduflación? Una práctica legal por la que te gastas más dinero en el súper.
Publicidad