CASARSE ES CARO
¿Cuánto dinero cuesta una boda? Trucos para recortar gastos
Aunque el amor no se debe medir en dinero, lo cierto es que una gran boda no está al alcance de cualquier bolsillo. Por eso, si estás planificando tu enlace, deberás tener en cuenta qué detalles son prescindibles para recortar gastos y que te salga más económica.
Publicidad
El coste medio del cubierto en las bodas varía entre los cien y los doscientos cincuenta euros, dependiendo de la provincia, el lugar, los servicios y los platos escogidos. Pero esto es solo una pequeña parte del gasto en el que incurrimos en el gran día. Unos mil euros de desembolso medio en el traje de él, más del doble en el de ella; entre mil quinientos y tres mil euros de reportajes fotográficos y de vídeo; mil euros en decoración floral, entre doscientos y cuatrocientos euros en peluquería y maquillaje… A lo que hay que añadir las alianzas, el alquiler de la finca, el coche, el transporte y alojamiento de los novios e invitados, detalles para los asistentes, la tarta o la animación.
Cuando planificamos casarnos el dinero tiene dos connotaciones. En primer lugar, es inevitable que los novios lo tengamos muy presente a la hora de contemplar cuándo casarnos, a cuánta gente invitar y qué servicios contratar. Pero al mismo tiempo es una palabra tabú pues, supuestamente, el amor no debería de medirse en términos económicos. Sugerir a amigos y familia recibir como regalo un importe en efectivo en vez de algo material tampoco está bien visto por muchas personas.
Pero la realidad es que el presupuesto importa mucho cuando proyectamos una boda. Para saber cómo planificarla, lo ideal es calcular todos los gastos en los que incurriremos, incluidos aquellos que no son inherentes al consumo de los propios invitados.
Gastos fijos y variables
Por un lado, tendremos que contemplar los gastos fijos: desde el vestido de novia hasta la finca, pasando por el fotógrafo o el maquillaje. Dentro de este epígrafe estarían todos aquellos que no varían en función del tamaño de nuestra boda; es decir, el coste del vestido de la novia podrá depender de variables como la marca o los materiales, pero no cambiará si hay cien o doscientos invitados. Muchas de estas cantidades las pasamos por alto, ya que no están relacionadas con la fiesta de manera directa, sin embargo, suelen ser importes elevados en la mayoría de los casos.
Por otro lado, tendremos que sumar los gastos variables. Estos están formados generalmente por cantidades más pequeñas, que crecen de manera más o menos proporcional al número de invitados. No obstante, el total de estas partidas corresponde en casi todas las bodas a los grandes desembolsos que haremos en ese día. Un ejemplo de lo que contemplaríamos como gastos variables serían los menús o las invitaciones.
¿Cómo podemos conseguir una boda más barata?
Como tip general, centrarnos en recortar de un tipo de gastos u otros dependerá del tamaño de nuestra boda. Si es pequeña, deberíamos de intentar reducir los gastos fijos, ya que disparan los costes totales. Por el contrario, si es grande, deberíamos de prestar especial atención a los costes variables que, aunque sean unitariamente bajos, supondrán un importe elevado al multiplicarlos por el número de invitados.
Una vez que hayamos calculado todos los gastos fijos y variables será mucho más fácil saber cuáles de ellos engrosan el total a desembolsar y valorar hasta qué punto merece la pena realizarlos.
Por último, calcular el importe total del gasto en el que incurriremos el día de nuestra boda, nos será muy útil poder prorratear entre el número de invitados. Así podremos valorar si ese desembolso tiene sentido en relación con el tamaño de nuestro evento, cuánto podremos recuperar tras los regalos que recibamos y qué cantidad, quizás, tengamos que desembolsar de nuestro propio bolsillo.
Publicidad