Coronavirus
¿Cuántos usos tienen los guantes y las mascarillas?
Cada vez que salen los datos sobre casos positivos de COVID-19, fecha de volver a la normalidad, o cómo evitar en la medida de lo posible el contagio, dos elementos forman parte clave de nuestra vida diaria: los guantes y las mascarillas.
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Hay que tener claro que la OMS apoya que los ciudadanos se cubran con tela o mascarillas caseras, pero insisten en que no sustituye al lavado de manos y el distanciamiento social. Así que vamos a contaros cuántos usos tienen los guantes y las mascarillas, para que las medidas de higiene sean lo más efectivas posibles para frenar la expansión del coronavirus.
Guantes
Los guantes tienen un solo uso, sobre todo porque el interior suele ir protegido con polvos de talco, y si los usas más de una vez, al ponértelos y quitártelos se pueden romper por la falta de talco y la fricción. De ahí que sean de un único uso para prevenir cualquier fisura. Aunque si fuera nece
sario que los reutilizaras, añade tú los polvos con cuidado, muévelos, y vuelve a reutilizarlos.
De hecho, el Ministerio de Sanidad indica en la Guía de Actuación para Personas con Condiciones de Salud Crónicas y Personas Mayores en situación de confinamiento, que "No es necesario utilizar guantes al salir a la calle para protegerse del coronavirus. La adecuada y frecuente higiene de manos es más eficaz que el uso de guantes porque utilizar guantes durante mucho tiempo hace que se ensucien y puedan contaminarse".
Además, con los guantes podemos contagiarnos si nos tocamos la cara con un guante contaminado, o incluso por no saber quitárselos de la manera correcta. Sanidad sí recomienda el uso de guantes cuando manipulemos alimentos en los supermercados, por ejemplo al tocar la fruta o verdura, algo que desde hace muchos años está aconsejado en las tiendas.
Mascarillas
La Organización Mundial de la Salud recomienda cambiarse de mascarilla tan pronto como esté húmeda y no reutilizar las mascarillas después de un único uso, una medida de higiene básica para evitar la propagación del virus en la medida de lo posible. Si vas a comprar cada dos o tres semanas, puedes reutilizar las mascarillas si permanecen intactas.
Si estás enfermo, con tos, mocos, intenta que no se mojen ni se humedezcan, ya que si eso ocurre, tendrás que desecharlas rápidamente para que no pierdan su efectividad. El uso correcto de la mascarilla incluye que la boca y la nariz están tapadas. Y no se quitan para hablar, en ningún caso.
Es importante tener en cuenta que las mascarillas solamente son eficaces si se combinan con el lavado frecuente de manos con una solución hidroalcohólica o con agua y jabón. Y, por supuesto, saber llevarla y quitártela de la manera correcta es clave: la mascarilla debe cubrir la nariz al completo, nunca se toca por la parte delantera, sino por la parte de atrás para evitar en la medida de lo posible la contaminación.
De la misma manera, las mascarillas no deben compartirse nunca. Para complementar las medidas básicas, antes de ponerse una mascarilla, hay que lavarse las manos con un desinfectante alcohólico, o con agua y jabón.
Sobre las mascarillas caseras, que muchas personas están realizando en su casa, la investigadora del CSIC, Beatriz Novoa García, avisa que no protegen del virus, y que los tutoriales que hay para hacerse mascarillas con papel de cocina, o similares, es una forma de dejar libres las mascarillas para el personal sanitario que las necesita. Las mascarillas caseras sólo deberán utilizarse en caso de necesidad extrema.
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