CUIDADO CON EL CALOR
¿Mi cuerpo está deshidratado? Las señales que lo indican
En verano es más fácil que nos deshidratemos, por eso debemos conocer qué señales manda nuestro cuerpo cuando necesita más agua. En este artículo te las explicamos.
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El verano, la estación del sol y el calor, nos invita a disfrutar al aire libre y participar en diversas actividades bajo los cálidos rayos del sol. Sin embargo, mientras nos sumergimos en actividades como pasar el día en la playa, ir a un festival de música o nadar en la piscina, también estamos expuestos a un mayor riesgo de deshidratación. El agua es esencial para el funcionamiento óptimo de nuestro cuerpo, y durante los meses de verano, nuestras necesidades de hidratación aumentan significativamente.
A menudo, ignoramos las señales que nos envía nuestro cuerpo, indicándonos que necesita más agua, y las confundimos con otros malestares. Pero hay que recordar que para que nuestro cuerpo funcione de manera óptima necesita estar hidratado.
El agua es esencial para numerosas funciones corporales, incluyendo la regulación de la temperatura, la lubricación de las articulaciones, el transporte de nutrientes y la eliminación de toxinas a través de la orina.
Señales de deshidratación
La deshidratación ocurre cuando nuestro cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere, lo que provoca un desequilibrio en los niveles de agua y electrolitos. Reconocer los signos de deshidratación es fundamental para tomar medidas preventivas a tiempo y evitar complicaciones. Algunas señales comunes de deshidratación incluyen:
- Sensación de sed: La sed es el primer signo de que nuestro cuerpo necesita agua. Sin embargo, en ocasiones, podemos ignorar esta señal o confundirla con hambre.
- Orina oscura: El color de la orina puede indicar nuestro nivel de hidratación. Si la orina es de color amarillo oscuro, es probable que estemos deshidratados. En cambio, la orina de color amarillo claro o transparente sugiere una buena hidratación.
- Fatiga y debilidad: La falta de agua puede afectar el flujo sanguíneo y la entrega de oxígeno a los órganos, lo que puede resultar en fatiga y debilidad generalizada.
- Boca seca y labios agrietados: La deshidratación reduce la producción de saliva, lo que puede hacer que la boca se sienta seca y los labios se agrieten.
- Mareos y confusión: La falta de agua puede afectar la función cerebral, lo que puede manifestarse en mareos y dificultades para concentrarse.
- Frecuencia cardíaca elevada: La deshidratación puede hacer que el corazón trabaje más para bombear la sangre, lo que lleva a un aumento en la frecuencia cardíaca.
Cómo mantenerse hidratado en verano
Afortunadamente, mantenerse adecuadamente hidratado en verano no es una tarea difícil, tan solo hace falta beber suficiente agua, al menos, 8 vasos de agua al día. Sin embargo, si crees que no te estás hidratando correctamente, prueba con estos otros consejos:
- Consumir alimentos hidratantes: Además de beber agua, podemos obtener líquidos a través de alimentos ricos en agua, como sandía, pepino, naranjas y apio. Estos alimentos son una deliciosa forma de mantenernos hidratados.
- Evitar bebidas deshidratantes: Algunas bebidas, como el alcohol y las bebidas con cafeína, pueden tener efectos deshidratantes en el cuerpo. Si las consumimos, es importante compensar bebiendo más agua.
- Hidratarse antes y después del ejercicio: Si participamos en actividades físicas intensas, es fundamental beber agua antes, durante y después del ejercicio para reponer los líquidos perdidos por la transpiración.
¿Cuándo buscar ayuda médica?
En la mayoría de los casos, la deshidratación leve se puede corregir bebiendo más líquidos. Sin embargo, en situaciones más graves, puede ser necesaria atención médica. Busca ayuda médica si experimentas alguno de los siguientes síntomas:
- Mareos intensos o desmayos.
- Confusión o dificultades para mantenerse despierto.
- Orina muy oscura o escasa producción de orina.
- Náuseas persistentes o vómitos.
- Ritmo cardíaco acelerado y debilidad extrema.
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