CURIOSIDAD
Cuidado en rebajas: La hora a la que compras puede hacer que pierdas el control y gastes más
Los periodos de rebajas pueden llevarnos a tomar decisiones impulsivas y a querer adquirir cosas que no necesitamos debido al buen precio que tienen. Hay algunos elementos que potencian que tomemos ese tipo de decisiones rápidas al comprar en rebajas, los cuales debemos evitar para no malgastar nuestro dinero.
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Las rebajas son un momento del año que algunas personas esperan para poder adquirir aquello que tanto les gusta, a un mejor precio. Pero a veces, compramos cosas que no necesitamos o no queremos por el simple hecho de que están más baratos.
Para evitar caer en las trampas de las rebajas, es importante ser conscientes y tomar decisiones de forma racional. Antes de ir de compras, lo mejor es planificar qué queremos y establecer un presupuesto. También debemos tomarnos el tiempo necesario para comparar precios y evaluar si realmente necesitamos el producto.
Uno de los elementos que potencian que tomemos decisiones impulsivas es comprar por Internet, ya que es más fácil consumir cosas innecesarias, especialmente a ciertas horas. Podemos navegar por las tiendas online sin compromiso, pero es más probable que caigamos en la tentación de hacerlo.
Esto se debe a que adquirir productos de forma online es muy cómodo y sencillo, de manera que podemos hacerlo desde cualquier lugar y a cualquier hora, llegando a perder el control de lo que consumimos. Esto nos hace más propensos a comprar cosas que no necesitamos, simplemente porque nos apetece.
Además, al no ver el producto físicamente, podemos caer en querer cosas que no nos gustan o que no nos quedan bien.
Es más probable que compremos por impulso a última hora del día o por la noche, especialmente si estamos cansados, ya que podemos hacer compras que en otras circunstancias no haríamos.
La corteza prefrontal es una parte del cerebro que afecta a las decisiones que tomamos, al razonamiento y la planificación. Cuando estamos cansados, no funciona tan bien como cuando estamos descansados. Por esta razón, somos más propensos a tomar decisiones impulsivas, por lo que es más probable que compremos cosas que no necesitamos, dejándonos llevar por ofertas y descuentos.
Además, la acción de comprar genera dopamina, una hormona que está relacionada con el placer y la recompensa. Cuando queremos algo y lo adquirimos, nuestro cerebro libera dopamina, lo que nos hace sentir bien. Esta sensación de placer puede ser muy adictiva, y puede llevarnos a gastar en más de lo que necesitamos.
La falta de sueño crónica también nos afecta a la hora de actuar impulsivamente, haciendo que perdamos el autocontrol, llegando a caer en un círculo vicioso al estar cansados. Esto también puede afectar a nuestro comportamiento en otros ámbitos de nuestra vida, como la alimentación y el rendimiento laboral.
Si evitas estas situaciones, podrás gestionar mejor tus impulsos y no gastar en aquello que no te hace falta.
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