Día Internacional para la Prevención del Suicidio: Señales de alerta en adolescentes

Este domingo 10 de septiembre, como cada año, se celebra el Día Internacional para la Prevención del Suicidio, pero en esta ocasión coge un significado especial ante el notable aumento de muertes por suicidios en adolescentes que se ha experimentado durante el 2022. Así lo reflejaron los estudios que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado 27 de junio, donde se muestra cómo los suicidios entre jóvenes de entre 15 y 19 años se han incrementado de 53, en 2021, a 72 casos en el último 2022.

No solo eso, el informe anual de Psicofundación y el Consejo General de Psicología de España señala que alrededor de un 17% de los jóvenes españoles ha pensado en el suicidio y hasta un 7,5% lo ha planificado. No obstante, existen comportamiento y actitudes que pueden ponernos en alerta ante un posible caso de suicidio. En esta línea, debemos contar con la información y las herramientas necesarias paras identificarlo y prevenir esta peligrosa situación.

Desde NovaMás, y gracias al estudio publicado por la Fundación Anar, repasamos algunas de las señales de riesgo que nos pueden ayudar a identificar y prevenir el pensamiento intrusivo de llevar a cabo un suicidio.

Señales de alerta en casos de adolescentes

Hay comportamientos que pueden indicar o señalar una conducta suicida. Normalmente, no se suele identificar tan solo uno, sino con más de uno a la vez. Además, no tiene por qué haber una relación directa, pero lo ideal es estar atento a las siguientes señales:

• Autolesiones o verbalización del suicidio: Se trata del primer indicador de riesgo de conducta suicida. Un comportamiento muy común entre los adolescentes para manifestar un malestar emocional que no saben transmitir ni gestionar. Además, debemos prestar especial atención a frases como "quiero morir", "quiero desaparecer" o "me da igual todo", oraciones especialmente peligrosas en dicho contexto.
• Altibajos en el estado anímico: Frecuentemente, pasa inadvertido a causa de los contextos y los factores externos a los que estamos expuestos en nuestro día a día. Normalmente, se relaciona con un mal día en el colegio o una discusión con los padres, pero debemos estar atentos e identificar si se produce un cambio en su manera de actuar o si sienten ansiedad o melancolía, entre otras emociones.
• Ausencia de vida social: Una de las señales más comunes se encuentran en su vida social, la cual experimenta un cambio brusco. Se relaciona menos o de distinta forma y termina refugiándose en internet y la tecnología, espacios muy peligrosos debido a que se puede encontrar información no recomendable que pueda afectar negativamente a estos pensamientos intrusivos.
• Sensación de efecto túnel: Sentirse inmerso en un problema del que no vemos salida y rápidamente entrar en un bucle en tu cabeza es uno de los síntomas más evidentes. Es decir, la conocida "visión túnel" que se refiere a la capacidad de percibir todos los estímulos de nuestro entorno dentro de una situación de estrés y preocupación donde nuestros sentidos y atención se desvían hacia el problema y no la solución.
• Problemas de alimentación y sueño: Este es uno de los factores más habituales y que más fácil detección tiene. Si la persona en cuestión tiene un sueño inquieto, padece de ansiedad o nerviosismo, sufre episodios de vómitos matinales o come menos o mal, entre otras situaciones, debemos encender todas las alarmas de prevención. Debemos descansar y alimentarnos bien para cuidar nuestra salud, tanto física como mental.

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