Pandemia
Dieta Covid: qué comer después de un contagio
A pesar de que no existen alimentos que prevengan o curen el COVID-19, una dieta rica en proteínas, frutas y verduras sí puede ayudarnos en la recuperación en caso de contagio.
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Seguir un patrón alimentario saludable es fundamental para fortalecer las defensas y la respuesta del organismo ante el virus. Hablamos con los expertos en suplementos de salud y belleza liposomales de Altrient para descubrir los nutrientes que pueden facilitar la recuperación física tras la enfermedad, y ayudar a fortalecer el sistema inmune.
“Hay que consumir alimentos variados, grasas buenas, reducir el consumo de sal y de azúcar, mantenerse muy bien hidratado y evitar tóxicos sociales como el tabaco o el alcohol”, adelantan.
“Algunos alimentos consumidos en exceso, como el pan blanco, las galletas o pasteles, elaborados con harinas refinadas, afectan al sistema inmunológico. Así como los ultraprocesados: los cereales comerciales, las patatas fritas y, por supuesto, comida basura”.
Con el fin de recuperarnos con total vitalidad, también son necesarios estos nutrientes que actúan directamente en nuestras defensas:
Vitamina C. “La vitamina C está involucrada en muchas partes del sistema inmunológico. Ayuda a estimular la producción de glóbulos blancos conocidos como linfocitos y fagocitos, que ayudan a proteger el cuerpo contra las infecciones”, añaden desde Altrient. Es una de las vitaminas más demandadas durante el invierno, ya que, además de ser un potente antioxidante, ayuda a reforzar el sistema inmune. Una dosis extra de Vitamina C ayudará a aliviar los síntomas del resfriado y a acortar su duración.
Pero estas no son todas sus ventajas. “Los suplementos de vitamina C se han relacionado con un menor riesgo de enfermedades cardíacas. Esta vitamina debe considerarse una parte esencial del control del estrés. Es fundamental para regular las glándulas suprarrenales y colabora en la producción de hormonas antiestrés”, destacan.
Los responsables de estos suplementos utilizados por celebrities como Gwyneth Paltrow, Justin Bieber, Suki Waterhouse o Kourtney Kardashian, señalan que la vitamina C también actúa como antioxidante, protegiendo las células contra los daños causados por los radicales libres. “Mejora la absorción de hierro y es esencial en la formación del colágeno. Además, es una vitamina que da más energía y mejora la salud mental”.
Sin embargo, como el cuerpo no puede sintetizarla, tenemos que absorberla a través de suplementos nutritivos y la ingesta de alimentos ricos en vitamina C, como el kiwi, la naranja, el pimiento rojo o el perejil.
Vitamina B3. Es la principal encargada de mantener las mucosas en condiciones normales, por eso es tan importante ingerir alimentos que la contengan durante los meses de frío. La carne roja, el pescado, los tomates, el pollo o los huevos son algunos de los alimentos ricos en Vitamina B3.
Vitamina A. “Este nutriente beneficia la formación y el mantenimiento de los tejidos óseos y blandos, los de las membranas mucosas, los de los dientes… y se puede encontrar en la leche, la mantequilla, el queso cheddar, la lechuga o la calabaza”.
Vitamina D. Es la llamada “vitamina solar”, ya que puede ser sintetizada en la piel en respuesta a la radiación de los rayos UVB. Pero también está presente en los huevos, la carne, el pescado azul o la leche. Alimentos que es bueno consumir, especialmente después de un contagio.
Ácido fólico. El ácido fólico ayuda a crear glóbulos blancos. Su ausencia en el organismo conduce a que disminuya la producción de éstos y estemos más indefensos ante infecciones como catarros o gripes. Las mejores fuentes de ácido fólico son las legumbres, el arroz, el pan, el brócoli o los cereales.
Omega 3. “El Omega 3 es un nutriente que mejora las defensas y nos aporta un plus de energía”. Entre los productos con más niveles de Omega 3 destacan los pescados, especialmente los azules, pero también se puede hallar Omega 3 en el aguacate, en los frutos secos o en la avena.
Glutatión. El glutatión es un poderoso desintoxicante y antioxidante, extremadamente importante para la protección celular, y fundamental para los sistemas de purificación hepática. “Este poderoso nutriente recicla antioxidantes como la vitamina C, con lo que optimiza su actividad en el organismo, ayudando así a neutralizar el daño de los radicales libres a nuestras células ocasionados por toxinas, estrés y enfermedades”.
Ácido Alfalipoico. La vitamina C tiene un efecto mucho más grande sobre la inmunidad cuando trabaja junto con el ácido alfalipoico antioxidante. “La información de los ensayos sugiere que el uso de estos antioxidantes podría tener efectos beneficiosos en personas que están siendo tratadas por infecciones víricas, como hepatitis C crónica, aunque también serviría contra la fatiga, que está asociada a una respuesta inmunitaria baja”.
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