Guía básica
Las 10 dietas más famosas: beneficios y contras
Existen dietas de todos los países, regiones, para casi cualquier objetivo y para todos los gustos.
Publicidad
Tenemos un decálogo con las 10 dietas más famosas para que, si vas a empezar alguna, tengas toda la información.
1. Dieta Dukan: o la amas o la odias. Tiene cuatro fases, donde irás perdiendo peso de manera más o menos gradual; es efectiva, es cierto, ya que quema grasas de manera muy rápida. Y uno de sus principales alicientes también es que no hay cantidades limitadas de porciones. Pero, pese a ser súper efectiva en el inicio, es compleja a larga, ya que el cuerpo se relaja y llega el efecto rebote. Si quieres adelgazar de manera saludable no es la dieta adecuada.
2. Dieta nórdica: tan saludable como nuestra conocida dieta mediterránea. La base es el pescado, por un tema de características orográficas del país, además de vegetales de raíz, verduras, legumbres, manzanas, peras, bayas, cereales integrales, hierbas, caza mayor… Cada estudio demuestra más sus bondades y empiezan a exportar sus alimentos, así que toma nota para comer de manera muy saludable y a la moda.
3. Dieta de las raciones: el éxito todas las operaciones bikinis por sus características. El secreto está en controlar al milímetro las cantidades que ingerimos en cada comida. Lo que determina si perdemos o no perdemos peso es el déficit calórico total: es decir, si comemos 2.000 calorías en 4 raciones o comidas y nuestro cuerpo necesita 2.300, estaremos en el buen camino. La dieta se diseña estableciendo la cantidad de carbohidratos que lleva un alimento y buscando su parecido con cualquier otro alimento que también los contenga. Eso sí, hay que tener en cuenta una tabla de medidas:
- 1 taza de leche = 1 ración
- 1 vaso medidor de harina = 2 raciones
- 1 pieza mediana de fruta = 2 raciones
- 1 plato de verdura = 1 ración
- 1 cucharada sopera de aceite de oliva = 1 ración
- Alimentos de proteínas, entre 50 y 200 gramos = 2 raciones
4. Dieta Body Reset: ¿lista para 15 días intensos? Es una dieta intensa, no apta para todo el mundo, y se divide en tres fases de cinco días. En la primera solamente tomas batidos en las comidas, separados por colores: blancos para el desayuno, rojos para el almuerzo y verdes para la cena. Los batidos blancos contienen leche, yogur griego. Los batidos rojos están llenos de frutas para darte energía, y los batidos verdes están compuestos de vegetales para mantenerte saciado por la noche sobre todo. Además de los batidos se permiten dos comidas por día que no deben superar las 180 calorías, y que pueden ser una manzana, galletas saladas o una cucharada de mantequilla de cacahuete. Esto en la primera fase. En la segunda, se beben dos batidos por día y se reemplaza un batido de la fase 1 por una comida sólida, ensalada o un sándwich. Y en la fase tres, solo tomas un batido y el resto estará compuesto de comidas sólidas.
5. Dieta Cambridge: Es ideal para quienes quieren perder peso de manera rápida. Consta de 6 fases, y realmente debería estar supervisada por un médico, ya que ingerir menos de mil calorías al día no es saludable. Esta dieta tiene sus propios productos, que son los que se consumen en lugar de comidas, y en cada fase sólo se consumen estos. Es muy polémica, pese a que está en el mercado desde 1970, y sus productos se venden en Estados Unidos desde 1980 y Reino Unido desde 1984. Los efectos secundarios de consumir menos de 600 calorías al día van desde mal aliento, sequedad de boca, cansancio, mareos, insomnio, náuseas y estreñimiento por la reducción de carbohidratos y fibra.
6. Dieta paleo: se basa en consumir frutas, vegetales, nueces y semillas, pescados y mariscos, carnes magras y grasas de las saludables. Los alimentos prohibidos son los lácteos, las legumbres, los cereales, los alimentos procesados, los azúcares, los almidones, el alcohol… Si sigues la dieta junto a un especialista en nutrición, la dieta paleo es una dieta buena si quieres llevar una vida lo más saludable posible. Hacerla por tu cuenta y riesgo puede ser perjudicial, sobre todo por la eliminación de legumbres y el exceso de carne. Pero en el lado contrario tenemos el beneficio a nivel obesidad, enfermedades cardiovasculares, neurológicas, diabetes…
7. Dieta de los potitos. Si estás mala de las muelas, o eres un bebé, es la dieta que puedes hacer. Si no, no es nada recomendable. Un potito apenas tiene 100 calorías, son muchas menos de las que nosotros necesitamos, incluso llevando una vida sedentaria. Apenas aporta fibra, ni hidratos de carbono, hay pocos nutrientes y está absolutamente desaconsejada si haces deporte.
8. Dieta del ayuno intermitente. Cada vez más de moda. Esta dieta busca restringir el número de calorías haciendo ayuno durante unas 16 horas seguidas y concentrar el consumo de alimentos en las 8 horas siguientes, repartiendo lo que comes en dos o tres comidas. Aunque existen otras maneras, como el de ayunar las 24 horas del día, o el ayuno 5:2, donde se ingieren la mayoría de las calorías que se necesitan durante cinco días, y los otros dos las rebajamos hasta un mínimo de 600 calorías. No es apto para todos los estilos de vida, y trabajos, pero sí muy efectiva. Eso sí, hay que ser muy disciplinada, no pasarse cuando puedes comer ni darte atracones, dejarlo muy pronto o alarga la dieta demasiado tiempo.
9. Dieta Atkins: famosa y con éxito, aunque con matices. Es efectiva para perder peso, sí, pero no ingerir hidratos de carbono no es saludable, y esta dieta los elimina. Nada de azúcares, granos, aceites vegetales, verduras o frutas altas en carbohidratos, legumbres, almidones… En cambio, sí están permitidos y son la base carnes, pescado y marisco, huevos, vegetales bajos en carbohidratos, productos lácteos enteros, nueces y semillas, y grasas saludables. Consta de cuatro fases y no son todas fáciles, pero los resultados se notan.
10. Dieta Keto, muy efectiva para la pérdida de peso en personas obesas sobre todo. Es similar a la Atkins, ya que su base nutricional es limitar la ingesta de carbohidratos, consumiendo únicamente entre el 5 y el 20% de los macronutrientes a través de los hidratos de carbono. Por el contrario, el consumo de grasas es elevadísimo, hasta un 75% del total de la comida que ingerimos a través de los alimentos. Esta dieta obliga al cuerpo a extraer la energía de las reservas de grasa que todos tenemos para que el organismo funcione correctamente.
Publicidad